Se trata de Lorena Rivarola, de 29 años quien sufrió apuñaladas a principio de diciembre del 2018 y la justicia resolvió el caso, encarcelando a su marido, quien ella asegura que no fue. En forma de solicitar que liberen a su esposo, la mujer se encadenó en el edificio de calle 8 entre 56 y 57.
Rivarola, aseguró que el día en que la atacaron, no fue su esposo sino que fue un hombre que hasta el día de hoy la acosa y que actuó con un cómplice.
La noche en que la mujer fue atacada, su esposo, Pedro Díaz, había salido a la cancha: "Apareció este hombre con una cerveza. Creo que le puso algo. Me manoseó y, como no pudo violarme, me apuñaló al lado de mi bebé", confió a 0221.
Sobre el culpable, ella comentó: "Me sigue hostigando y ni siquiera tengo el botón anti pánico. ¿Qué tengo que esperar? ¿Que me termine matando para que hagan lo que corresponde? Vivo con mi hijo con miedo".
Por el ataque, culparon a su esposo quien fue el primero que la encontró moribunda luego de haber sido herida. "Lo peor es que este tipo salió de testigo y denunció que a mi marido se le había ido la mano, pero mi marido llegó después. Todos los vecinos vieron cuando llegó", aseguró la mujer.
Finalmente, la mujer contó que la pesadilla continúa ya que el agresor sigue amenazándola y hasta violó la medida de restricción que le impuso cuando le tomaron la denuncia, tanto en la Justicia como en la Comisaría de la Mujer. "Hasta que no me confirmen que lo tienen preso no me pienso mover", remarcó.
La joven sostuvo que el atacante goza de "protección" por trabajar en un estudio jurídico, pero recalcó que eso no frenará su reclamo. "No me voy a mover hasta que me reciban, no pienso subir, que baje el juez, porque cuando subí no me dieron bola", manifestó Lorena, que semanas atrás ya había realizado una huelga de hambre. Y concluyó: "Me quieren convencer para que me saque las cadenas, pero no lo voy a hacer, me mintieron tantas veces que me cansé. Estoy podrida de vivir así".