En la mañana del martes, los platenses quedaron anonadados con la presencia de un roedor en el Hospital de Niños en La Plata. Pero no era una rata común, sino que era más grande de lo que suelen ser estos animales.
El momento del encuentro ocurrió el martes por la mañana cuando los médicos abrieron los consultorios externos del nosocomio, precisamente en los pasillos de la esquina de 16 y 63; y se toparon con el cuerpo de una rata enorme apoyada sobre la balanza en la misma que se pesa la gente. El roedor estaba muerto.
"Hay días en los que no hay agua, tampoco hay aire acondicionado y muchas veces ni siquiera hay un ventilador, por eso en los días de extremo calor es insoportable trabajar", reprocharon algunos médicos a 0221.
Por su parte, las autoridades avisaron que recibirán a los trabajadores pasado el mediodía.