En el marco de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) realizada recientemente en Brasil la compañía PowerChina destacó el carácter de “socios transoceánicos” de China y América Latina en materia de “prácticas verdes”, señalando como referencias sus principales desarrollos de gran envergadura concretados en este continente: el parque solar Cauchari en la provincia de Jujuy, Argentina; y los proyectos fotovoltaicos Mauriti de Brasil y CEME1 en Chile.
Los países reunidos en la cumbre ambientalista celebrada en la ciudad brasileña de Belém aprobaron el sábado último por consenso un documento final que aunque no contiene referencia explícita a los combustibles fósiles, aboga por que se incremente el nivel de las acciones para enfrentar el calentamiento global.

Al respecto, voceros de la compañía asiática señalaron que en la COP30 “se delineó con mayor claridad la ruta urgente para la transición global hacia energías limpias y se hizo un llamado a los países para convertir sus compromisos climáticos en acciones concretas”, plano en el cual -afirman- las “prácticas verdes” de la empresa “son precisamente una respuesta a este llamado”.
En ese sentido destacaron que el parque solar Cauchari, en Jujuy, “es un proyecto emblemático de cooperación energética entre China y Argentina”.
Construida en el departamento Susques, a 286 km al oeste de la capital San Salvador de Jujuy, la central fotovoltaica está en producción desde septiembre de 2020. La generación acumulada del proyecto ya ha superado los 4.000 millones de kilovatios-hora, muy por encima de las expectativas de diseño, pusieron en relieve las fuentes.
Resaltaron además que “no solo optimiza la estructura energética local, sino que también ha impulsado el desarrollo de industrias auxiliares fotovoltaicas en las ciudades circundantes, creando una gran cantidad de empleos”, dijeron los voceros de la compañía.
ENERGÍA FOTOVOLTAICA EN BRASIL Y CHILE
El proyecto energético Mauriti, en Brasil, es la primera gran central fotovoltaica en la que PowerChina ha invertido y construido en América Latina, y también su mayor proyecto de inversión fotovoltaica en el extranjero.

Durante la construcción, fueron creados más de cinco mil puestos de trabajo locales. Las primeras unidades del proyecto fueron conectadas a la red en enero de este año y comenzaron a generar electricidad.
Para adaptarse a los fuertes vientos del noreste de Brasil, el equipo optimizó la estructura de los soportes fotovoltaicos y los módulos monocristalinos de alta eficiencia utilizados aumentaron la eficiencia de generación en un 15% en comparación con los módulos tradicionales.
En tanto, el desierto de Atacama en el norte de Chile, conocido como el “polo seco” del mundo, se ha convertido en una zona “dorada” para el desarrollo fotovoltaico gracias a su abundante luz solar. De esta manera es que el proyecto CEME1 es actualmente el mayor proyecto fotovoltaico individual de Chile.

El equipo de PowerChina recurrió a soportes fotovoltaicos fijos en forma de “A” adaptados a las condiciones locales, lo que no solo mejora la utilización del espacio, sino que también reduce los costos de construcción.
“Este es un modelo de combinación entre cooperación tecnológica y desarrollo localizado”, dijo el ministro de Energía de Chile, Álvaro García Hurtado, durante una inspección al proyecto CEME1.

































