En el mediodía de este viernes, la fantástica geografía de Los Colorados, en Purmamarca, fue escenario del acontecimiento social del año en Jujuy: la ceremonia indígena con la que Gerardo Morales y Tulia Snopek sellaron su unión sentimental.
Cuando el sol derramaba sus rayos con generosidad sobre la tierra de color rojizo, la pareja realizó también una ofrenda a la Pachamama, cuya preparación representó un momento absolutamente íntimo y familiar.
"La ofrenda tuvo la finalidad de pedirle a la Pachamama Madre Tierra que todo lo que la nueva pareja y familia viva y emprenda tenga la protección y el acompañamiento de la Pachamama y de todas las energías", se dijo allí.
La pareja pidió "permiso a la Pacha", entregándole una ofrenda frente a un cóndor natural. Luego, acompañada por una banda de sikuris, se dirigió al lugar donde se desarrolló toda la ceremonia, guiada por líderes espirituales formados en la filosofía y cosmovisión andina.
El ingreso al sitio del ritual del "casamiento andino" fue a través de un pasillo formado por arcos. Allí esperaban los hijos de Tulia Snopek, los hermanos de Gerardo Morales, su amiga y correligionaria Natalia Sarapura, y los guías espirituales Wanka Wilka y Kusi Killa, junto a un chamán peruano.
La pareja se ubicó en el altar, ornamentado bellamente con molle, ruda y romero "para que esté protegida -dijeron los celebrantes- de cualquier daño".
Luego, con sus espaldas cubiertas con una manta -que llevaba bordadas sus iniciales- como símbolo de protección, la pareja fue sahumada y purificada con un preparado de hierbas en el que se incluyó coca, incienso, mirra y copal.
Este altar natural "también limpió sus espíritus, fortaleciéndolos" y la ceremonia transcurrió con los contrayentes rodeados por "claveles y rosas blancos y rojos para augurar la abundancia del amor, la alegría y purificación".
A continuación, y siempre bajo la atenta mirada de los invitados que siguieron con absoluto respeto la secuencia, los novios intercambiaron elementos representativos de la unión, como cuencos de semillas, sendas chuspas con hojas de coca y coronas de flores.
Con el acompañamiento del sonido del viento y mirándose a los ojos, ambos se dijeron: "Entrego y deposito esto como símbolo de respeto y autoridad, y espero que transitemos toda nuestra vida juntos, amándonos y respetándonos por siempre. Que la alegría de vivir juntos y la Pachamama nos acompañe".
Después de manifestado el compromiso, se selló la unión con "un lazo de semillas", mientras se escuchaba cantos ancestrales.
Como no podía ser de otro modo, el Gobernador dijo una palabras. "Este es el comienzo de nuestra familia", dijo con el rostro iluminado, y expresó "orgullo" por su compañera, porque "tuvo inteligencia y entereza para defender este amor".
También tuvo palabras de agradecimiento para las comunidades que acompañaron la ceremonia andina y finalmente manifestó su anhelo de "que la Pacha nos ilumine y nos de la sabiduría para seguir luchando por nuestro amor y tener así un futuro en familia", enfatizó.