El sacerdote Ricardo Oscar Quiroga, acusado de abusar sexualmente de una niña de 10 años en El Carmen, donde ejerce como párroco de la iglesia de esa ciudad, fue trasladado desde la comisaría local hasta un penal de San Salvador de Jujuy, donde permanecerá detenido mientras avance la investigación.
El párroco -conocido por los feligreses como padre "Cocó"-, está imputado por el delito de "abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por ser cometido por dos personas y por ser miembro de un culto religioso".
Quiroga fue subido esposado a un móvil policial pasado el mediodía, para ser trasladado hacia San Salvador de Jujuy, donde quedó alojado en una unidad penal.
"Se encuentran dos personas detenidas: un párroco de departamento de El Carmen y una mujer mayor de edad", confirmaron fuentes policiales sobre el hecho por el cual se realizó -dijeron a la vez- las pericias necesarias en el lugar donde sucedieron los hechos.
Confirmaron asimismo los voceros la detención de una mujer de 21 años, por presuntamente estar implicada en el hecho actuando como cómplice para entregar a la menor. La joven quedó privada de su libertad en la Seccional 8.va de El Carmen, a 27 km de esta capital.
En tanto, otro hombre mayor de edad -de quien las fuentes no dieron datos de identificación- también acusado de abuso sexual contra la niña, aún se encuentra prófugo de la Justicia y se trabaja para concretar su detención.
Por su parte, a través de un comunicado el Obispado de Jujuy dijo que la Iglesia "se pone a entera disposición de la Justicia para todo lo que haga lugar" y que tras tomar conocimiento por los medios de comunicación de la grave denuncia procedió "cautelarmente, como primera medida, a suspender al párroco el ejercicio del ministerio sacerdotal".
Según denunció la madre de la menor en la unidad policial antes mencionada, la mujer de 21 años buscó a la menor en su domicilio con la "excusa de salir a pasear" y la trasladó hasta una vivienda ubicada en el centro del pueblo, donde el párroco y otro hombre habrían violado a la víctima.
Tras la vejación -siempre según el relato de la progenitora denunciante-, la joven involucrada llevó a la niña hasta una vivienda donde "la bañó y quemó su ropa interior" para intentar "ocultar las pruebas", tras lo cual devolvió a la menor a su familia, pero la niña inmediatamente contó los hechos a su madre.
La investigación del delito está a cargo del fiscal Darío Osinaga Gallacher, titular de la Unidad Fiscal de Investigación Penal Preparatoria de Alto Comedero.
En la causa está en investigación si la mujer que "entregó" a la niña a los presuntos violadores y si cobró una suma de dinero para facilitar que se cometiera los delitos denunciados.