La Argentina vive horas difíciles con la fuerte expansión y contagios del virus en el interior del país. Los muchos decesos que diariamente se producen en toda la Argentina nos llenan de dolor y angustia.
En Jujuy yo también perdí un ser querido, y también amigos, compañeros y vecinos.
Hoy más que nunca debemos estar unidos, y dejar de lado todo tipo de diferencias.
La política, como ciencia de las ciencias hacia el bien común, debe aliviar el sufrimiento de nuestro pueblo y renovar la esperanza en la construcción de un futuro mejor para el conjunto de los argentinos y argentinas.
Hay que dialogar más, comunicarnos mejor, debatir ideas respetándonos, ser más tolerantes y, en síntesis, tener gestos y actitudes de grandeza que reconcilien la política con la ciudadanía.
La lucha y la defensa por la vida en el país y en Jujuy deben estar por encima de todo y debe reconocernos en la hermandad, la solidaridad y en la diversidad.
Debemos recuperar para la especie la visión humanista trascendente del hombre y la mujer para realizarse plenamente en una comunidad que también se realice.
La pandemia puso de rodillas al mundo, a este mundo injusto y desigual sumergido por las superpotencias y modelos económicos individualistas y materialistas que solo buscan la dominación, la ocupación y el sometimiento de los pueblos para apropiarse de sus recursos.
Coincido con el Presidente que vivimos también en una Argentina desigual y centralista con grandes desequilibrios.
Debemos sin más demora iniciar la construcción de un país federal y descentralizado en serio desde la planificación estratégica y la participación política, legislativa, técnica y ciudadana.
La economía argentina no admite un mero maquillaje de un fracasado sistema liberal capitalista que empobreció al pueblo.
Debemos avanzar con decisión y convicción en una reforma económica integral y cambiar el modelo.
Debemos recuperar plenamente la independencia económica y el poder de decisión y nuestra soberanía económica.
Un gobierno peronista debe aplicar la doctrina económica justicialista y poner el capital nacional y extranjero al servicio de la economía y ésta al servicio del bienestar general, como decía Juan Perón.
Hay que reformar el actual sistema financiero parasitario, especulativo y usurero al servicio de grupos concentrados, multinacionales e intereses extranjeros dominantes.
Debemos debatir y avanzar en una necesaria nacionalización de la banca y rediseñar el actual modelo bancario que no sirve a los intereses nacionales.
Necesitamos un nuevo modelo financiero comprometido con el desarrollo nacional y regional y que sea motor de la recuperación y reconstrucción nacional.
Hay que recuperar el crédito, que debe ser accesible y regionalizado para promover la producción y el trabajo argentino, y refundar la justicia social y construir un nuevo orden social justo en la Patria toda.
Esta cuarentena se hizo larga, agobiante y desgastante para todos y todas.
Hasta superar esta crisis sanitaria debemos concertar y respetar una forma de vida con responsabilidad social que nos devuelva nuestra identidad como seres humanos sociales, integrados y volver a sentirnos vivos.
No perdamos la tranquilidad. Va a pasar esta tempestad y vendrá la calma.
Tengamos fe, cuidémonos y cuidemos a nuestra familia y a toda la sociedad.
(*) Diputado nacional justicialista, por la provincia de Jujuy.