Estados Unidos destruyó sus últimas reservas de armas químicas, lo que significa el cumplimiento de la convención global que pactó la erradicación de esas armas, destacó hoy el presidente Joe Biden, que reclamó a Rusia y Siria que sigan este camino.
“Durante más de 30 años, Estados Unidos ha trabajado incansablemente para eliminar su inventario de armas químicas. Hoy me enorgullece anunciar que Estados Unidos ha destruido de manera segura la última munición de esa reserva, lo que nos acerca un paso más a un mundo libre de los horrores de las armas químicas”, dijo Biden en un comunicado.
Otros firmantes de la Convención de Armas Químicas de 1997 ya habían salido de sus reservas, anunció en mayo el director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Fernando Mayo.
Restaba que Estados Unidos terminara de destruir sus reservas, dijo, y agregó que bajo la supervisión de la OPAQ se destruyeron más de “70.000 toneladas de los venenos más peligrosos del mundo”.
Previo al anuncio de la Casa Blanca, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, anunció este viernes que el depósito “Blue Grass”, una instalación militar en el estado de Kentucky acababa de deshacerse de unas 500 toneladas de agentes químicos letales luego de una misión que duró cuatro años.
Según la agencia AFP, estas reservas eran las últimas en poder de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
EE.UU. instó a Rusia y Siria
“Aunque el uso de estas armas letales será para siempre una mancha indeleble en la historia, nuestra nación finalmente ha cumplido su promesa de librarnos de este flagelo”, dijo McConnell en un comunicado.
En su declaración, el presidente Biden también instó al resto del mundo a firmar la Convención de 1997 para que “la prohibición global de las armas químicas alcance todo su potencial”.
“Rusia y Siria deben cumplir una vez más con la Convención y reconocer sus programas no declarados, que han sido utilizados para cometer atrocidades y atentados infames”, reclamó el presidente estadounidense.