La Organización de Naciones Unidas declaró el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el fin de promover el acceso y la participación plena e igualitaria en este campo del conocimiento.
Actualmente existe una “brecha de género” donde las mujeres no están igualmente representadas en los organismos de la tecnología, la ingeniería, las matemáticas, aunque la curricula femenina de estas carreras universitarias va en aumento.
Sin embargo, a lo largo de la historia existieron grandes descubrimientos científicos gracias a mujeres cuyos nombres pasaron al anonimato. En este día, recordamos a algunas de ellas.
Rosalind Franklin, descubrió el ADN
Nació en 1920 y estudió química en la Universidad de Cambridge. En 1951 trabajó en el King’s College de Londres, donde fue desarollando una técnica en la cuál observar y fotografiar la estructura del ADN por primera vez en la historia.
Así Rosalind fue la primera en mirar esta estructura que hoy nos parece tan “típica” y todos tenemos en la cabeza.
Se le otorgó un Nobel por su descubrimiento, sin embargo, no pudo recogerlo en vida, puesto que debido a la alta exposición a la radiación que sufrió, murió de cáncer en los ovarios.
Años después James Watson y Francis Crick, usaron sus descubrimientos para confirmar sus hipótesis sobre la estructura del ADN, lo que les valió el Premio Nobel de Medicina en 1962
Jane Goodall: fundadora de la primatología
Nacida el 3 de abril de 1934, Jane Goodall actualmente tiene 88 años. Es una de las más aclamadas zoólogas y etólogas de la actualidad.
Es fundadora de la primatología, ya que, fue pionera en describir el uso de herramientas entre las poblaciones de chimpancés en la reserva de Tanganika en Nairobi, desde entonces ha sido llamada a múltiples conferencias internacionales y ha participado en un sinfín de documentales.
Rachel Carson: defensora de la salud de las poblaciones
Nacida en 1907, fue una reconocida bióloga marina que investigó sobre el uso generalizado de pesticidas en los alimentos.
En su famoso libro “Primavera Silenciosa”, que al día de hoy se puede encontrar, Carson denuncia cómo estos venenos se acumulaban en la cadena alimenticia, generando afecciones en la salud de los humanos y destruyendo la flora y fauna nativa.
Actualmente su figura es vista como la inaguración del ecologismo moderno por su divulgación científica.
“Polvos y aerosoles ahora se aplican casi universalmente a granjas, jardines, bosques y hogares. Productos químicos no selectivos que tienen el poder de matar a todos los insectos, a los “buenos” y a los “malos”, de calmar el canto de los pájaros y el salto de los peces en los arroyos, de cubrir las hojas con una película mortal para luego permanecer en el suelo. Todo esto aunque el objetivo deseado pueda ser solo unas pocas hierbas o insectos”, escribió en su libro con una actualidad asombrosa.
Marie Tharp: la amiga de los océanos
Su nombre resuena dentro del campo de la geogragía. Fue una cartógrafa oceanográfica y geóloga estadounidense que elaboró el primer mapa científico de todo el suelo oceánico.
Es gracias a ella que sabemos de la existencia de montañas submarinas: las dorsales Centro-Oceánicas. A
Su aporte no fue menor: a ella se le puede atribuir la confirmación de la teoría de la Deriva Continental, postulada por Alfred Wegener, donde se afirmaba que los continentes estuvieron unidos en el pasado geológico en un supercontinente llamado Pangea.