A la espera de saber si se confirmó el hallazgo del “submarino del Titanic”, la Guardia Costera de Estados Unidos lanzó un ROV para rastrear el fondo del Océano Atlántico. Esto trajo uno de los recuerdos más tristes de la historia reciente de la Argentina, tras la desaparición del ARA San Juan.
Ya se cumplieron cinco años del hundimiento del submarino que llevaba a 44 tripulantes y que tenía como destino la ciudad de Mar del Plata. El navío estuvo desaparecido casi un año completo hasta que el Gobierno de Mauricio Macri anunció que había sido localizado.
La situación de Titán, el sumergible que buscaba los restos del mítico buque, perdió la comunicación el pasado domingo y hoy se cumplieron las 96 horas de oxígeno que tenía el navío, es similar a lo que ocurrió con el submarino del ejécito.
“Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado”, comunicó el comandante del ARA San Juan, el capitán de fragata Pedro Martínez Fernández, a la 7.30 del 15 de noviembre de 2017.
El hundimiento del ARA San Juan se habría producido debido a una implosión causada por una entrada de agua en el snorkel que desencadenó un incendio en las baterías. En ese sentido, expertos señalan que la presión en las profundidades del océano puede aplastar a los buques si no están en óptimas condiciones.
El sumergible fue construido a principios de la década de 1980 en el astillero alemán Thyssen Nordseewerke y contaba con 65 metros de eslora (el largo del buque), un diámetro de casco resistente de siete metros y era propulsado por cuatro motores diésel MTU 16 V de 6720 HP.
El San Juan tuvo una reparación de media vida que se extendió entre 2007 y 2014 en el complejo Tandanor, tarea que incluyó más de 600 trabajos, entre ellos el replacado de las 960 baterías y el reemplazo de sus cuatro motores.
Familiares de los tripulantes confiaron en varias oportunidades que los marinos les habían contado que el sumergible necesitaba una reparación para continuar navegando.
Cómo trabajó Ocean Infinity, la empresa que buscó al ARA San Juan
El submarino ARA San Juan (S-42) se hundía hace cinco años, un 15 de noviembre de 2017, en las profundidades del Atlántico sur como consecuencia de una serie de desperfectos técnicos que desencadenaron una tragedia en la que murieron sus 44 tripulantes, cuya recuerdo es honrado por sus familiares en un reclamo de justicia que no cesa.
La empresa que se encargó de esta búsqueda fue Ocean Infinity que también tuvo en su responsabilidad intentar hallar los restos del avión de Malaysia Airlines, que desapareció en el Océano Índico en 2014 con 239 personas a bordo.
Ocean Infinity se impuso en el país sobre la oferta de otra firma estadounidense que llegó a la última fase de licitación, Sistemas Electrónicos Acuáticos (SEA), tras disponer de un presupuesto de u$s7,5 millones, un pago que sólo se iba a realizar en caso de encontrar al submarino.
La empresa encontró al buque a 60 días de lo que anunciaron iba a ser la suspensión de los trabajos de búsqueda. Sin embargo, familiares de las víctimas iniciaron investigaciones contra los funcionarios y miembros de la Armada por irregularidades en la búsqueda con imputados por el hundimiento.
En noviembre de 2020, el contralmirante retirado Luis Enrique López Mazzeo reveló que la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia que el gobierno argentino habría conocido la ubicación del submarino desaparecido al menos 20 días después de su desaparición.
“Navegamos sobre el punto de norte a sur, de este a oeste y en las diagonales, tanto de ida como de vuelta. Pasamos por lo menos ocho veces sobre el lugar. Luego, toda la información obtenida la incorporamos al software que trajeron los miembros del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, que hizo un modelamiento en tres dimensiones del objeto”, explicó César Miranda, capitán en retiro de la Armada Chilena, que comandaba una nave de ese país que habría revelado la información a la Argentina sobre el ARA San Juan.
“La imagen no era definida, porque se trata de una modelación en grueso. Pero lo que se veía era una imagen tubular con una protuberancia arriba. Hemos encontrado varias cosas metálicas en el fondo marino, pero esta imagen era muy distinta. Yo, en mi fuero interno, tuve la convicción, aunque no la certeza completa, de que se trataba del submarino. Por las dimensiones y la forma de tubo”, completó.
