Para quienes buscan atraer armonía, salud y prosperidad a sus hogares, el Feng Shui ofrece múltiples recomendaciones. Pero hay una en particular que suele llamar la atención: mantener siempre cerrada la puerta del baño. Aunque parezca un detalle menor, esta práctica puede marcar una gran diferencia según los expertos en esta disciplina ancestral.
Maite Pérez, consultora en Feng Shui y creadora del perfil @activafengshui, explicó que el baño representa uno de los espacios con mayor potencial para “escapar” la energía positiva. “Así evitamos que se pierda el chi, la energía vital del hogar”, señaló. El chi, según esta corriente filosófica, debe fluir con equilibrio y no disiparse por zonas que están en constante uso de agua o drenaje, como es el caso de los baños.

Por qué el baño puede afectar el flujo energético de tu casa
Además de cerrar la puerta, Pérez sugiere evitar que el baño quede enfrentado directamente a otras puertas, especialmente las de la cocina o el dormitorio. “Esto genera un canal directo por el que se fuga la energía”, indicó. Si no es posible modificar la arquitectura, el consejo es colocar un biombo o cortina decorativa que bloquee ese flujo.

También es clave mantener la tapa del inodoro cerrada. El agua es un canal de energía y si se encuentra al descubierto, actúa como una vía de salida para la prosperidad. Según el Feng Shui, esto no solo afecta a nivel energético sino también práctico, ya que se evitan olores, bacterias y mala vibración.
Otro tip importante es la colocación de un cuenco con sal en alguna esquina del baño. Este elemento natural actúa como imán de energías negativas, ayudando a purificar el ambiente. “La sal absorbe y neutraliza lo que no se ve, pero sí se siente”, comentan desde las cuentas especializadas en esta práctica.

Por último, el uso de aceites esenciales como lavanda, eucalipto o romero, combinado con plantas vivas, puede elevar la energía del espacio y transformarlo en un lugar de limpieza tanto física como emocional.