La cuarentena de coronavirus desató una situación económica complicada para varios sectores, entre ellos la industria del entretenimiento. Con los cines y teatros cerrados, y grabaciones de novelas suspendidas, Pablo Alarcón pasó momentos muy duros, según reveló este sábado en “PH, Podemos Hablar”.
Como invitado al programa de Andy Kusnetzoff en Telefe, el actor protagonizó uno de los momentos más emotivos. Cuando le llegó su turno de colgar una fotografía en el árbol de la vida, el artista recordó aquella difícil situación financiera que vivió en pandemia y que hoy lo obliga a seguir trabajando a su edad.
“Yo, a mi edad, debo confesar que no necesito trabajar más. Necesito ganar plata para vivir. Durante la pandemia pasé un momento crítico de dinero y entré, no te digo en una depresión, porque no conozco esa emoción, pero sí me puso triste no saber qué hacer”, reveló el artista de 75 años.
Pablo Alarcón contó cómo superó las complicaciones económicas
Y contó cómo pudo salir adelante en ese momento: “Mis dos adorables hijas me ayudaron. Llegué a casa, me encontré con una cena, era todo muy normal, y de pronto, se miraron las dos, y me abrazaron. Juntos armamos lo que me mantuvo en pie durante toda la cuarentena”.
“Se trata de un espectáculo que lo sigo haciendo todavía, que se llama ‘El cocinero está frito’. Estaba frito yo en ese momento, y salí gracias a mis hijas de eso”, agregó quebrado.
En ese sentido, aseguró que le gustaría poder descansar y tomarse algún tiempo sabático para poder compartir más con sus hijas.
Luego detalló que su show “El cocinero está frito” se trata de una obra a delivery en la que se presenta en las casas particulares, cocina la comida, sive la mesa y luego hace una presentación y hasta toca la armónica y es contactado por los interesado a través de su Instagram. Además, Alarcón se luce en la obra “Rotos de Amor” con Rolly Serrano, Osvaldo Laport y Víctor Laplace.