En una asamblea celebrada en la tarde del lunes, los empleados municipales de Pozo Azul, afiliados a la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), han decidido declararse en estado de alerta y movilización. La medida obedece a la búsqueda urgente de incrementos en los haberes mensuales, recategorizaciones y otros beneficios que considerando esenciales para mejorar su calidad de vida y condiciones laborales.
Los trabajadores advirtieron además que en caso de no obtener respuestas satisfactorias, habrá una convocatoria a un paro de actividades a partir de la próxima semana.
Los trabajadores han establecido como requerimiento fundamental un salario básico de $135 mil, cifra que fue acordada en un acta firmada en la mañana del lunes por los representantes sindicales y sus afiliados.
Según se detalla en el comunicado, la falta de avances en las negociaciones y el incumplimiento de compromisos previamente acordados, como lo pactado en el acta del 16 de septiembre pasado, han llevado a una situación en la que los empleados municipales no lograron alcanzar el valor equivalente al salario mínimo, vital y móvil en la actualidad.
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Ante esta situación, presentaron una solicitud general para un salario mínimo de $135 mil ante el intendente Edgar González, no obstante, no hubo respuestas favorables por parte del Ejecutivo. En consecuencia, han decidido mantenerse en estado de alerta y movilización hasta el próximo viernes.
Desde las filas de UPCN, se ha anticipado que, en caso de persistir la falta de diálogo y acción por parte del municipio, se tomarán medidas más drásticas a partir de la semana entrante. Se plantea la posibilidad de una huelga con presencia en los lugares de trabajo, lo que implicaría la suspensión de labores regulares, exceptuando los servicios de emergencia tales como el traslado de pacientes oncológicos y la atención de sepelios.
Fuente: El Territorio
