El juicio de María Ovando que fue suspendido el mes pasado por la inhibición del presidente del tribunal, se reanudará mañana jueves. La mujer de 44 años, está acusada de consentir los abusos de una de sus hijas de 5 años y una nieta de 9 años.
El presidente del tribunal anterior, Atilio León, será reemplazado por Eduardo Javier Jourdan, integrante de la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Familia de Eldorado. Será se secundado por María Teresa Ramos y Lyda Inés Gallardo. El juicio empezará mañana y seguirá el martes 13, miércoles 14 y jueves 15.
En la causa también se encuentran acusados por abuso sexual; Marcos Iván Laurindo de 23año, señalado como la pareja de Ovando cuando fueron detenidos, y Lucas Sebastián Ferreira de la misma edad, quien era amigo de ambos. Ambos llegan al debate tras cinco años en la cárcel El magistrado Atilio León consideró que no había sido bien formulado el requerimiento de elevación a juicio la causa, hecha por la Fiscalía, que además, introdujo ya en la prosecución del juicio un elemento más en la calificación del delito, cual es la “corrupción de menores”.
El presidente del Tribunal coincidió con el planteo de la defensa de que la Fiscal de Instrucción, Bibiana María Alderice, no pudo precisar la acusación y que no puede aceptarse el pedido del actual Fiscal Federico Rodríguez de una ampliación en la misma.
En la segunda jornada de debate, el Tribunal debió resolver las nulidades presentadas por las defensas, las cuales argumentaron que la Fiscalía no había cumplido requisitos mínimos para formular la acusación, como lo es precisar los hechos por los que se acusa a los imputados.
Las defensas rechazaron también el pedido del Fiscal Federico Rodríguez de agregar la figura de “Corrupción de menores” a la acusación con que se llegó al debate oral.
El Tribunal votó de manera dividida. Atilio León acogió los argumentos de las defensas de Ovando, Laurindo y Ferreira, en tanto las vocales Ramos y Gallardo votaron por el rechazo.
Ante esto, el presidente del Tribunal decidió inhibirse en el proceso al considerar que la vaguedad de la acusación no le permite determinar qué debe juzgar.