Rodolfo Viegener, segunda generación de dueños de FV Grifería de Alta Tecnología, habló con el podcast La Fábrica acerca de la historia de la firma que fundó su padre, en 1922, y de la importancia que tiene esta para la que, desde entonces y hasta el día de hoy, siempre fue una empresa familiar.
“Nunca entró nadie de afuera de la familia”, explicó Viegener, quien trabajó en la compañía desde 1962 hasta jubilarse hace unos años atrás. Sin embargo, aún jubilado, sigue siendo parte de la comisión. La empresa tiene 38 socios: todos parte de la familia.
La empresa creció enfocada en la importancia tecnológica, incluso su padre llegó a importar diez ingenieros desde Alemania.
Más adelante vieron la oportunidad de crecer adquiriendo la firma Ferrum, aunque Viegener asegura que no fue tan sencillo. “No fue decisión mía, fue bastante discutida porque estaba hipertrofiada, requería una reconversión muy grande. Fue en 1984, estratégicamente fue buena decisión, pero costó mucho trabajo. Era una empresa que nunca tuvo un dueño, había muchos kioscos adentro y hubo que desarmar todo eso. Mucho trabajo”, recuerda Viegener.
Por qué nunca vendieron FV Grifería
“¿Nunca pensaron en venderla?“, le preguntaron los conductores del podcast. Francisco admitió que tuvieron muchas ofertas, especialmente en la década del ’90. ”Pero no", la emocionante respuesta al por qué no la dijo con palabras, sino con un determinante gesto: un firme golpe en el corazón.
“La gente de afuera, financista, me ha dicho ‘estás loco’. Pero la vida no es solamente dinero, eso no te llena el corazón”, afirmó.
“Fue mi vida, laburé toda mi vida ahí. Ahora estoy a cargo del consejo de supervisión pero trabajando con mucha cautela y dejando que otros decidan”, aseguró en relación al significado de la empresa para él.
No obstante, asegura que el traspaso a las siguientes generaciones no le costó nada. “Yo no eludo la responsabilidad, pero hay un momento para decir que hay otros que tienen que aprender y hacerse, por ellos y por el bien de la empresa”, señaló.
“Me fui yo y mi hermano menor, que era el vicepresidente, se fue conmigo, para que las nuevas generaciones puedan trabajar libres de viejos”, consideró.