Lionel Messi se disponía a tomar entre sus manos lo que había soñado durante toda su carrera pero, antes, se vio sorprendido por una ofrenda que le realizó nada menos que el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani. Se trataba de un bisht, una túnica negra con detalles dorados que el crack rosarino lució al levantar la Copa del Mundo. Ahora, alguien le puso precio a esa prenda.
El bisht es una capa semitransparente confeccionada en algodón de Japón e hilo de oro alemán. Se utiliza para rendir homenaje y demostrar aprecio a una persona de alto status. Conciente de la importancia de la prenda y sobre todo del momento en que la usó Messi, un abogado omaní ofreció una exorbitante cantidad de dinero para hacerse con la túnica.
De por sí, la prenda característica del territorio qatarí tiene un valor estimado en unos 2000 dólares. Sin embargo, Ahmed Al Barwani, abogado y miembro del parlamento de Omán, le sumó el valor emocional y sentimental ya que sin duda el momento en que fue utilizada pasará a la historia. Por tal motivo ofreció nada menos que 1 millón de dólares.
“Desde el Sultanato de Omán, los felicito por ganar la Copa del Mundo Qatar 2022″, comenzaba el mensaje. “El bisht árabe es un símbolo de caballerosidad y sabiduría. Te ofrezco un millón de dólares (£ 829,000) a cambio de ese bisht”, señalaba luego.
El sastre de Qatar Muhammad Abdullah Al-Salem, encargado de realizar la prenda para el argentino, reveló que la confección del bisht a medida tuvo un costo de 1991 dólares, por lo que el abogado está dispuesto a abonar un valor agregado total de 998.009 dólares.
“Estaba en el estadio cuando el Emir de Qatar le dio el bisht a Messi. Este momento le dijo al mundo que estamos aquí y esta es nuestra cultura, por favor conózcanla bien”, argumentó el abogado sobre por qué quiere quedarse con la prenda. Aunque explicó que no pasará a ser sus bienes privados: “Se exhibirá para conmemorar ese momento de orgullo y para ayudarnos a revivirlo y también para recordarnos que podemos (hacer cualquier cosa)”.
Desde que Messi usó el bisht, la venta de la prenda tuvo una curva creciente en el mercado. El sastre admitió que hubo muchos argentinos que se acercaron a la tienda para comprar una prenda. “En un momento hubo decenas de personas que esperaban delante de la tienda. Casi todos argentinos”, dijo Al Salem.