Diego Armando Maradona y Juan Román Riquelme, dos ídolos del futbol argentino y con una gran identificación con Boca, tuvieron una relación llena de idas y vueltas, donde los egos, sumado a la idolatría en disputa del club de la ribera, terminaron haciendo perder a la Selección Argentina. A 14 años de su gran pelea repasamos como fue el gran quiebre del vínculo entre ambos.
Diego y Román habían sido amigos durante más de diez años. Incluso, el Pelusa portó la camiseta de Riquelme en su partido de despedida. El legendario discurso de “la pelota no se mancha” fue declamado con el ‘10′ de Román en la espalda. Un amor de novela, que parecía tener todo, que las cosas vayan bien, incluso el día que Maradona jugó su último partido como profesional, en el clausura 1997 ante River Plate, un joven Riquelme fue su reemplazante. Como si de un pase de mando se tratara.
Pero como los “cuentos de hadas” no existen, en una entrevista televisiva se dio el quiebre de la relación. Maradona, nombrado técnico de la selección en 2008, cuestionó el nivel futbolístico de Román: “Yo lo quiero a Román de enganche, en los últimos veinte metros para marcar diferencia, con velocidad mental para habilitar a los delanteros y que llegue el gol. Pero el otro día lo vi en la cancha de Boca y no sé si tiene problemas físicos o qué, pero así no me sirve”.
Riquelme no se guardó nada y no tardó en salirle al cruce: “Me enteré por la tele que el entrenador me ve muy mal. La realidad es que con el técnico del seleccionado no coincidimos mucho. Mis códigos no son los de él y nosotros dos está claro que no podemos trabajar juntos”.
Desde entonces, todo se rompió para siempre entre ambos. Riquelme no volvió nunca más a la selección argentina desde ese momento (se perdió Sudáfrica 2010, que hubiera sido el segundo de su carrera). Maradona reservó algunas balas para el futuro, como su filosa crítica a Román, cuando este decidió retirarse temporalmente del futbol e irse de Boca en 2012 previo a una final. “Si se vació, que se llene”, dijo Maradona parafraseando a JRR.
Fiel al estilo del Diez, la gota que rebalsó el vaso llegó a mediados de 2012 cuando Riquelme dejaba Boca y anunciaba su salida del club en la previa de la final de la Copa Libertadores. Allí anunciaba que se sentía “vacío, sin nada más para dar” y Pelusa disparó fuerte.
“El tema Riquelme me sorprendió. Yo le diría que bueno, está bien, un día tiene problema con Maradona y le decís ‘no’ a la Selección. Lo que no podés hacer es pelearte con 70 millones de personas. Si estas vacío, llenate. Yo soy de ese pensamiento”, señaló Maradona.
El día que La Bombonera le dio la espalda a Maradona
Tras su disputa en la selección Argentina, Juan Román Riquelme y Diego Armando Maradona se dividieron el amor de La Bombonera, el mítico estadio de Boca Juniors. Fue insólito. Los resultados no dejaron lugar a la especulación. “Maradona, traidor. Román, te amamos”, se leyó en la manta más célebre de aquel día. La veneración por Riquelme estaba en otro nivel y el mundo lo descubrió.
La desconfianza de Diego sobre Riquelme
Hay una historia detrás de la historia, un detalle no conocido por muchos y que data de antes del quiebre entre los dos ídolos. Maradona y Riquelme tuvieron sus diferencias dentro del vestuario. Según JRR, tenían “distintos códigos”. En octubre de 2008, Alfio Basile dejó la dirección técnica de la Selección, con rumores de roces o diferencias de criterio con algunas de las figuras del plantel, muchas de ellas de las generaciones pujantes que habían ganado los Mundiales Sub 20 de 2005 y 2007 y que, combinadas, se quedaron con la presea de oro en los Juegos Olímpicos.
Román era un soldado del Coco. No pertenecía a la banda de los “chicos” y Diego temía que alrededor de él se gestara un foco de conflicto. Llegó a sugerírselo a su círculo íntimo. El cruce mediático, la consecuente renuncia del enganche, archivó las dudas.
La herida nunca sanó. Hubo etapas de tibios acercamientos a partir de declaraciones, sobre todo de Maradona hacia Riquelme, elogiando algún momento puntual de su rendimiento, o en 2016, cuando se destapó con una frase que sorprendió. “Lo de Riquelme fue grandioso y me hubiese gustado ser Riquelme. Imagínate en mi mejor momento en el Napoli si yo llegaba a ir a la Bombonera con la fuerza que llegó Riquelme, hubiese ganado tanto o más que Riquelme”, dijo entonces en Olé.
Los últimos años: Riquelme en la política y las críticas del Diego
La pelea tuvo otro punto clave cuando Riquelme se postuló a la vicepresidencia de Boca Juniors en 2019. Maradona dijo que se vendía por dinero.“El ídolo de un club, como Riquelme, no puede escuchar ofertas y venderse al mejor postor. Yo jamás lo hice. Los dólares no pueden pesar más que las convicciones”, lo acusó.
“No me importa lo que diga Maradona”, zanjó Juan Román cuando le preguntaron su opinión sobre los dichos de Maradona.
Posteriormente, el “Pelusa” tomó la dirección técnica de Gimnasia de La Plata y todo el mundo estaba expectante de la visita del “Lobo” a La Bombonera y un encuentro entre los dos ídolos. “El hincha de Boca muere por un abrazo entre Diego y Román...”, le preguntaron al, por aquel entonces, entrenador del “Tripero” en TyC Sports. “No, decile que se va a quedar vivo”, respondió, lapidario.
En la última fecha del campeonato 2019/2020, la cancha xeneize se le entregó al astro argentino y Riquelme, ya como vicepresidente del club, ni siquiera se paró en el rectángulo para dicha ceremonia.
Riquelme, en su conciencia, seguramente tuvo una voz que le reprochó ese momento. Quizás el paso del tiempo hizo reflexionar al gran ídolo xeneize, que durante su despedida rindió homenaje a Maradona. Tal como lo hizo Diego en la suya, Román posó con una camiseta que en la espalda decía “10, Maradona”, como la que el mismo reconoció, que usaba cuando era chico. Esta historia mereció otro final y JRR lo sabía.