En medio del creciente conflicto entre Rusia y Ucrania, autoridades inglesas exigieron que se modifique la sede de la final de la Champions League 2022, prevista para disputarse el 28 de mayo en San Petersburgo, en el Estadio Krestovski.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró en contra de que Rusia acoja la próxima final del torneo de fútbol europeo ante la escalada tensión y el conflicto que existe entre los países. “Me parece inconcebible que los grandes torneos internacionales de fútbol puedan celebrarse en Rusia después de la invasión de un país soberano”, señaló el mandatario.
No fue el único en pronunciarse en contra del estadio de San Petersburgo para la final ya que la ministra de Deportes y Cultura británica, Nadine Dorries, también se manifestó por Twitter: “No permitiremos que el presidente Vladimir Putin pueda explotar estos eventos de la escena internacional para legitimar su invasión ilegal de Ucrania”.
La postura de la UEFA
Hasta el momento la UEFA no tiene pensado modificar los planes previstos para jugar la final. Este martes, el organismo confirmó la ciudad de San Petersburgo como sede como estaba anunciado hasta el momento. De todas formas aclaró que “está monitoreando en forma constante y cercana la situación”.
Mandatarios, como Boris Johnson, y medios de comunicación ingleses comenzaron a ejercer presión que apuntaba a la modificación de la sede. Por ejemplo, el diario Daily Star apuntó que el estadio Wembley de Londres estaba visto como una alternativa para albergar la gran final.
No sería la primera vez que la UEFA debiera modificar la sede ya que en las dos últimas finales, los partidos iban a jugarse en Estambul y fueron pasados a Lisboa en 2020 y Oporto en 2021, como consecuencia de la pandemia del coronavirus.