A casi 14 años de la última vez, Silvio Romero volvió a calzarse la camiseta de Instituto, para la ovación del público Albirrojo en el Monumental. La alegría por el reencuentro, quedó inconcluso por el empate con sabor a poco frente al Deportivo Riestra, 0 a 0 en el inicio de la Copa de la Liga.
“Nos vamos con bronca pero esto recién empieza”, se sinceró el Chino, quien jugó como delantero de punta y por varios pasajes del encuentro debió batirse en soledad con la expeditiva y nutrida defensa rival. Sobre todo cuando se fue expulsado Gregorio Rodríguez en el final de la primera etapa.
“Tuvimos algunas chances para abrirlo. Pocas pero tuvimos. Tenemos que mejorar”, asumió el Chino. Y agregó: “Jugar con uno menos se hace difícil, no encontramos el juego que hubiésemos querido. Y entremos en el de ellos, aéreo y con pelotas largas. Y todo muy friccionado”.
“No podemos seguir regalando puntos en casa. Es difícil hablar de lo futbolístico en un partido que casi no se jugo. Hay que mejorar mucho, en lo personal y a nivel equipo”, insistió el jerarquizado delantero.
EL ROMANCE DEL CHINO CON LOS HINCHAS DE INSTITUTO
“Olé, olé, olé Chino, Chino”. El cántico no tardó en bajar de los cuatro costados del Monumental. Y Silvio Romero fue el más aplaudido cuando la Voz del Estadio daba la formación Albirroja para enfrentar a Riestra.
Sus compañeros del plantel también le hicieron un guiño y nadie se opuso en darle la “10″ a un Romero que debutó con Instituto en 2006 en un contexto muy distinto al actual. Le faltó un gol para que la noche sea la ideal.
No tuvo grandes chances, pero en el segundo tiempo hubo un par de ocasiones. Primero de cabeza y luego en una jugada que se ensució y terminó en las manos del arquero Ignacio Arce. Lo reemplazaron a 13 minutos del final para que ingrese Facundo Suárez, y después de fajarse con toda la defensa. El próximo lunes, contra Atlético Tucumán, irá por su gol 27 con la Albirroja.