Ansiedad, ataques de pánico y desordenes alimenticios son algunas de las consecuencias que especialistas cordobeses detectaron tras el fin del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). A tres años del inicio de la cuarentena, Vía Córdoba dialogó con una profesional de la salud mental para entender cuál fue el impacto de la medida en la salud mental.
Para mayores precisiones, hablamos con Alejandra Rossi, psicóloga y vicedecana de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba. La profesional fue quien encaró un programa de asistencia de salud mental a través de Facebook, durante el primer año de la cuarentena, y pudo detectar cuáles fueron las principales consecuencias.
El recuerdo de una pandemia que nos obligó a una estricta cuarentena
El aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) comenzó el 20 de marzo del 2020, tras la alerta mundial por el avance del Coronavirus. La disposición impedía que los argentinos se reunieran con terceros, que los viajeros ingresen al país y que se dispongan de elementos de protección constantes para evitar los contagios, entre otras cuestiones.
Si bien el decreto presidencial disponía una fecha final, la masividad de contagios extendió los periodos y en Argentina, el Aspo fue estricto durante el 2020 y parte del 2021. A partir de ese año, llegaron flexibilizaciones que permitieron retomar ciertas actividades. En 2022, se eliminó la obligatoriedad del barbijo y la vida volvió a la normalidad, recordando los decesos y contagios de esa etapa tan dolorosa.
El primer impacto del aislamiento en los cordobeses
El 18 de marzo del 2020, Alejandra Rossi encaró un programa de “Primeros Auxilios Psicólogos” con profesionales que atendían consultas a través Facebook. Dos días después, se dispuso la cuarentena, por lo que la agrupación se convirtió en un canal de ayuda para aquellos que necesitaban hablar sin moverse de sus casas.
El programa, encarado por psicólogos y acompañantes terapéuticos, atendió a miles de personas que realizaban su consulta por mensajes. A raíz de esto, la profesional pudo palpitar qué pasaba con la salud mental de los cordobeses. Incluso, fue voluntaria del COE y participaba en la Casa del Joven de Córdoba.
“Se pudo ver una diferencia abrupta. En un primer momento, se detectó un grupo que acató estrictamente la orden del aislamiento y empezó a tener deterioros importantes en su salud mental. Y otro grupo, que transgredió las normas, que salía y asistía a fiestas, donde se percibió que el consumo de sustancias se había disparado. Ese fue el primer impacto”, explicó Rossi.
Un grupo de Facebook que se convirtió en una ayuda necesaria
El servicio que presentó Rossi junto a otros profesionales de salud mental estuvo activo durante todo el 2020, con una importante demanda de la sociedad. Luego, con la habilitación de actividades, las consultas mermaron.
Respecto a este primer año de actividad, la psicóloga remarcó: “En esa etapa, veíamos que mucho pasaba por la puesta en el cuerpo de esto que emocionalmente se estaba sintiendo. Muchos, podían contar que estaban angustiados, desesperanzados, pero que todo esto se traducía en dolores de cabeza, desordenes gastrointestinales, al no tener certezas de lo que pasaba”.
Ante esto, puntualizó: “Tuvimos muchas consultas. El primer año fue muy requerido y a medida que se iba flexibilizando, nos dejaron de escribir personas en crisis. Continuaron aquellos que tenían cuestiones crónicas que se despertaron con la cuarentena”.
Meses de cuarentena y sintomas que comenzaban a aparecer
Rossi detalló que, con el pasar de los meses y junto a la Universidad Católica de Córdoba, realizaron encuestas a través de formularios online, para saber cómo impactaba el ASPO en jóvenes de 18 a 25 años. Como principal resultado, detectaron una serie de síntomas que comenzaban a aparecer.
“Notamos que la angustia estaba presente todo el tiempo; la ansiedad como sintomatología muy marcada que generó vicios o problemas en la salud, por ejemplo: no poder dormir o dormir demasiado”, aseguró la profesional.
En este sentido, agregó: “La mayoría admitió haber cambiando hábitos de alimentación y muchos confirmaban aumentos de peso. De 1.200 entrevistados, el 60% admitió haber necesitado ayuda psicológica”.
A tres años de la cuarentena, qué fue lo que quedó en los cordobeses
La vicedecana reconoce que el retorno a “la normalidad” no fue tal, ya que este proceso -de aproximadamente tres años- dejó marcadas secuelas en los argentinos. Principalmente, en su salud mental.
“Lo que más sigue presente es la ansiedad. Mientras que, en la vuelta paulatina a la vida cotidiana, fueron los ataques de pánico, como una incapacidad para afrontar diferentes cuestiones”, recalcó Rossi.
El aislamiento obligatorio y sus consecuencias provocaron que los cordobeses hagan un mayor foco en su salud mental. Ante esto, la profesional reconoció: “Pospandemia sentimos un importante necesidad de acudir por ayuda psicológica. Hoy, estamos trabajando a agenda completa”.