Javier Willington prácticamente está vivo de milagro. En noviembre pasado se electrocutó en un charco de agua que estaba en contacto con un poste eléctrico en la vía pública. Este jueves dio detalles de ese dramático suceso.
“Recuerdo todo, todo el tiempo sentí la descarga que pasaba por mi cuerpo”, contó Willington a Telenoche, por El Doce, sobre el hecho ocurrido en inmediaciones al Córdoba Athletic Club, en barrio Jardín Espinosa. Fue justamente un cuidador que estaba en la zona el que lo salvó sacándolo del charco con dos palos de hockey.
Durante la tarde tormentosa, Javier había salido con sus dos perros y uno de ellos fue el primero en tocar el charco electrificado. “Estaba con ellos y Coco, que iba más adelante, cuando pasa por el lado del poste, da una vuelta y grita. Sin saber qué estaba pasando, lo quise agarrar y siento la descarga”, relató.
Y detalló: “Lo último que veo es que lo corro al perro, pero a mí la corriente me tira hacia la base del poste y quedó agarrado ahí. Tuve la pérdida de mis dos mejores amigos, y eso para mí es terrible”.
Entre las consecuencias que le dejó el hecho contó que tenía “las fosas nasales y la boca quemada por el fuego que sentía adentro de su cuerpo”. “Quería mover el brazo que tenía suelto y no podía. Escuchaba los gritos de la gente y sabía que ahí estaban muchos chicos del club (Córdoba Athletic) que me conocen. Rogaba que no me tocaran porque iban a quedar pegados”, explicó.
En uno de los momentos más crudos del relato, Javier confesó que creía que se iba a morir e indicó: “En mi mente me decía ‘así muere una persona electrocutada’, soy muy creyente en Dios y le pedía morirme para no soportar más eso”.
“El mensaje es pedir por la ley que quieren volver a prorrogar y que obliga a controles que tiene que efectuar el alumbrado público”, concluyó.