A dos semanas de viralizarse un polémico video sobre él, el párroco Sergio Romero presentó su renuncia. En el filme, le realizó un ofrecimiento sexual a un camionero, hecho que encendió las alarmas en Deán Funes, ya que se trata de algo inadecuado a su función religiosa.
Tras el escándalo desatado, decidió abandonar sus responsabilidades y cargos dentro de la institución. Esta determinación fue ratificada por el obispo de la diócesis, Enrique Eguia Seguí.
RENUNCIÓ EL CURA QUE LE HIZO UN OFRECIMIENTO SEXUAL A UN CAMIONERO
La Prelatura de Deán Funes aceptó la dimisión del sacerdote, cuya solicitud fue formalizada el pasado 12 de mayo. Frente a las funciones que quedaron sin ocupar, el propio obispo asumió temporalmente estas responsabilidades. Mantendrá esta tarea hasta que se designe al próximo párroco para la comunidad local.
Desde la esfera eclesiástica, se manifestó la intención de seguir acompañando al padre Romero en su camino de fe y su vocación sacerdotal. En este sentido, el obispo Eguia Seguí enfatizó la importancia de resguardar la creencia de los fieles y la credibilidad de la organización religiosa. Por ende, indicó que no se lo dejará solo en este momento personal.
Previamente, cuando las imágenes del incidente se difundieron, la institución educativa donde Romero prestaba servicios decidió apartarlo de sus funciones. El Instituto Privado Sagrado Corazón de Deán Funes comunicó que, ante la delicada situación y mientras se investigaba, el clérigo no daría clases ni realizaría actividades allí.
Con anterioridad a la aceptación de su renuncia, al saberse que la Prelatura investigaría el suceso, Romero envió un audio a un grupo de WhatsApp de feligreses. En el mensaje, agradeció el respaldo recibido e informó que el obispo divulgaría un texto, cumpliendo con lo estipulado por el Código de Derecho Canónico. Finalmente, expresó sentirse fortalecido por las oraciones de sus seguidores y manifestó su intención de “seguir para adelante”.