José Antonio Ávila (35) fue asesinado en julio de 2020 en barrio Villa El Libertador, de un disparo en su tórax. Este miércoles, la Justicia de Córdoba condenó al responsable del crimen, el cabo Lucas Gonzalo Navarro, a 11 años de prisión y a Sebastián Gabriel Juárez a dos, por encubrimiento.
El crimen sucedió el 4 de julio de 2020, un mes antes del caso de “gatillo fácil” de Blas Correas. En su momento, Ávila, quien era vendedor ambulante, iba en una moto con un amigo por el barrio. Una dupla de policías motorizados quiso controlarlos, pero no frenaron para el control.
Ávila entró a la casa de su amigo y, cuando cerraba la puerta, fue baleado de frente por el policía Navarro. Tras el hecho, Navarro y Juárez se retiraron del lugar sin asistir a la víctima ni avisar lo ocurrido. “Beco” Ávila agonizó y finalmente murió.
Dos años después, los responsables recibieron su condena aunque no se respetó el pedido de prisión perpetua que solicitó la fiscalía y la familia.
La Cámara 3ª del Crimen de Córdoba condenó a Navarro, autor del disparo mortal, a 11 años de cárcel por homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Mientras que, Juárez fue sentenciado a 3 años de prisión por encubrimiento agravado y omisión de los deberes de funcionario público. Sólo el policía Navarro está preso, ya que su compañero logró que se dicte la excarcelación días atrás.
El pedido de disculpas
”Primero y principal quiero pedirle perdón a la familia por lo sucedido”, expresó Navarro frente al tribunal de la Cámara Tercera del Crimen. Aseguró que “nunca tuvo la intención de matar a nadie, nunca quiso que las cosas terminaran de esa manera”; e insistió: “Lo que pasó fue un accidente trabajando, como declaré y dijo mi abogado”.
En tanto, el cabo Sebastián Juárez pidió que “se descubra la verdad” y declaró: “Si cometí un error, creo que lo pagué con creces, solamente eso, nada más”.
