Por Jorge Luna Arrieta
Larga vida al tango. El género goza de excelente salud. Y lo que hace Damián Torres Quinteto es una de las razones. Esta agrupación cordobesa crea. Crear y creer. La música se siente. Y cuando eso ocurre, sentimos que todo se puede. Siempre. Este sábado, se presentarán en Cocina de Culturas y volverán a demostrar porque el 2x4 sigue siendo capaz de trascender fronteras y tiempos.
Damián Torres (bandoneón), Leandro Liuzzi (violín), Jorge Martínez (piano), Dante Ascaino (guitarra) y Christian Esquivel (contrabajo). El quinteto fluye con su propia personalidad.
Este viernes, pasaron por la redacción de Día a Día para animar un Facebook Live, con sus vivencias y su música. "No sé si estamos despidiéndonos de Abriendo cancha (el primer disco del quinteto), ya que seguramente vamos a seguir tocando cosas de ese disco, al que queremos muchísimo. Pero si vamos a estar abarcando más los temas nuevos. Son un nuevo desafío para llevarlos al disco y hacerlos en vivo, para laburarlos. Serán temas instrumentales, más algunas canciones cantandas, en este caso, con dos invitados de lujo que son Gustavo Vicentín y Mery Murúa", contó sobre el show Damián Torres.
Sobran las razones con Abriendo cancha. Ese trabajo fue nominado en los premios Gardel y también ganó un fomento para ser editado en vinilo. "Hace casi tres años que salió el disco y todo esto lo mantuvo interesante. Pero sobre todo porque el disco estuvo bueno. Me gusta muchísimo y es uno de los pocos en los que estoy muy cerca de estar cien por ciento convencido. Cuesta un poquito dejarlo, pero uno es tan inquieto que siempre está pensando en lo que viene", indicó el bandoneonista.
Pero su cabeza ya mira a futuro y con mucho optimismo: "El próximo disco va a estar a la misma altura y un poquito más también. Disfrutamos mucho los ensayos, el armado de los temas nuevos y nos volvemos locos tocando esto. Esa energía nuestra, cuando se desplace en el vivo, seguramente va a gustar mucho".
Al mundo
El quinteto viene de una hermosa experiencia por México. “Pudimos tocar solos y con una orquesta de cámara, que tiene un nivel altísimo. Fuimos con una expectativa de media hacia alta, pero no tan alta. Y nos encontramos con un resultado que nos sobrepasó. Fue mucho público, mucha gente que disfrutó de esta propuesta nueva que llevamos nosotros. Se vendieron muchos discos, se firmaron muchos discos, nos sacaron muchas fotos, cosas a las que uno no está acostumbrado. Y eso te pega un cachetazo. Este proyecto no incluye los tangos tradicionales que, de alguna manera, ya van con los aplausos incluidos. Pero eso sería no arriesgar. El desafío del grupo siempre es mostrar su música. Además, volvimos y tuvimos la fortuna de hacer un concierto en el CCK, con la Camerata Argentina que dirige Pablo Agri. Todo esto no hace más que llenarnos de energía para hacer que esto siga hacia adelante", analizó el también director de la Orquesta Provincial de Música Ciudadana.
Y completó sobre las virtudes del tango: "Las grandes músicas populares, como el tango, el flamenco o el bossa, trascienden cualquier tipo de fronteras. Y, salvo que estén mal hechas, te llegan a lo profundo del corazón”.
Para cerrar, habló sobre su instrumento, al que ya considera una extensión de sus brazos: “Todo ese movimiento que tiene, medio de animal, de oruga, hace que genere otro tipo de magia. Pero todo el mundo se queda un tanto flasheado al verlo y al escucharlo. El color del sonido termina sobrepasando muchas fronteras. Después, está la manera de tocarlo. A mí siempre me gustó la manera de tocar de Astor Piazzolla, Leopoldo Federico o Rubén Juárez. Ellos dejaban todo. Y generar esa energía es algo que uno trata de hacer".
Torres recordó que el bandoneón nació en Alemania y llegó a las costas del Río de la Plata a finales del siglo XIX. “Se convirtió en el instrumento ombligo del tango. Pero no hay que olvidarse que dentro de la música popular argentina no solamente está presente en el tango”, destacó. Y sumó: “Está buenísimo que un instrumento que se haya pensado para una cosa, y para un lugar geográfico, haya también servido para otra cosa y otro lugar. Hace muy poco tiempo volvieron a fabricarse, porque hubo un largo tiempo en el que se dejaron de hacer. Este que tengo se hizo en los años '30, antes de la Segunda Guerra Mundial. La fábrica que lo hizo en ese momento, dejó de hacerlos y se transformó en una fábrica de armamento. Ahora hay muchos luthiers argentinos muy buenos".
Para ir
El show será en Cocina de Culturas (Julio A. Roca 491), este sábado 9 de diciembre, a las 22. Entradas anticipadas, a 150 pesos. La noche del espectáculo, a 200.
Reviví el Facebook Live