Franco Figueroa, de 24 años, es sindicado por la Justicia de Santa Fe como el autor del doble homicidio de dos traficantes que, aparentemente, querían quedarse con el negocio de las drogas en la localidad de Frontera, el pueblo limítrofe con San Francisco.
Antes de caer, Figueroa se había desempeñado como árbitro de fútbol en partidos de ligas regionales de Córdoba y Santa Fe, ásperas canchas donde se va con la pata arriba. Nada comparado con la acusación que pesa sobre él: calzarse un Smith & Wesson 32 y una pistola 9 milímetros en la cintura y ejecutar a sangre fría a dos narcos santafesinos.
Según la acusación, en la tarde del 20 de enero de 2015 Figueroa se subió al auto de Germán Losada y Martín Chamorro, los dos narcos que minutos más tarde morirían.
Se sentó en el asiento trasero de un Peugeot 307. Había entre los tres cierta confianza, tras realizar un par de transacciones de estupefacientes. El auto tomó por las calles de tierra, en las afueras del pueblo y frenó en un descampado. Figueroa no dudó y no falló: apuntó a la cabeza y liquidó a los dos. Luego, prendió fuego al auto.
Cuando el auto fue hallado con los cadávers en el interior, la única hipótesis que se afinazó fue que se trataba de un ajuste narco, en el marco de la disputa territorial tras la caída de Héctor "el Patrón" Gallardo, detenido en la cárcel de Bouwer, donde espera ser enjuiciado.
Cuando Gallardo habló con Día a Día negó la acusación.
“Yo soy comisionista: me da un auto, un camión, el teléfono que tiene en la mano y yo lo vendo. En mi vida compré y vendí mil cosas. Pero imagínese que dicen que soy un narco peligroso y millonaria y tengo a mis hijos en el comedor del colegio”, dijo en aquella oportunidad. Pero en estos tres años, la Justicia fue acumulando pruebas que sostienen la hipótesis de que Gallardo fue uno de los grandes narcos del país.
Según el procesamiento del árbitro Figueroa, cometió el doble asesinato contratado por Gallardo, quien entonces ya estaba detenido, procesado por liderar una mega banda que traficaba pasta bases y marihuana y que cocinaba cocaína en una estaciancia cercana a Frontera.
Daniel Figueroa, tío del joven acusado de sicario, afirmó que su sobrino trabajaba para el clan Gallardo, que triangulaba cargamentos de cocaína y marihuana desde esa región del centro del país a varias provincias por rutas terrestres y aéreas, informó La Nación.
Las dos muertes que recaen sobre las espaladas del árbitro no serían las únicas en la zona vinculadas a la batalla narco de Frontera.