Se cumple en la ciudad de Córdoba la tercera jornada consecutiva del paro de transporte urbano, pese a las más de 200 intimaciones que cursaron los empresarios de Ersa, Autobuses Córdoba y Coniferal a los trabajadores, ya sea vía carta documento o ante escribano público para que volvieran a las puntas de líneas.
Los choferes tampoco hicieron caso a las palabras del mismo intendente Ramón Mestre, quien llamó a conferencia de prensa este martes, alrededor de las 10, para pedirles a los trabajadores que no tomaran a los pasajeros como rehenes.
Mientras desde el sector empresarial iniciaron los cálculos de los descuentos a los choferes por las horas no trabajadas. Hasta este martes la quita promedio para un chofer por haber realizado la protesta era de 5.400 pesos. Además, se advirtió a los conductores que se los esperaba hasta este miércoles, a las 6, para presentarse a las puntas de líneas porque, de lo contrario, se aplicarían otras medidas, más allá de las intimaciones. “Pueden ser desde sanciones mayores hasta el mismo despido”, adelantó el empresario de Coniferal y vicepresidente de la Federación de Empresarios del Transporte, Gustavo Mira.
Los choferes reclaman por el mal estado de las unidades y por las frecuencias del servicio. También, se oponen a la paritaria firmada el jueves pasado por la UTA a nivel nacional, en la que se acordó un aumento del 21 por ciento en tres tramos.