Aparentemente la grúa no estaba bien apoyada y esto fue lo que generó que por el propio peso, además de la tarea que realizaba, hizo que se inclinara y quedara apoyada de costado, con una parte de su pluma en el agua.
El maquinista quedó atrapado en el interior de la cabina, pero por fortuna sin ningún tipo de lesión de gravedad, pero otros tres operarios debieron lanzarse al agua para no sufrir golpes por parte de la máquina.
De inmediato los mecanismos de seguridad se pusieron en marcha, como el caso de las lanchas que se disponen cuando se realizan este tipo de tareas, y que forman parte de las obligaciones de las empresas de servicios. Estas lanchas son las que rescataron a los operarios antes de que sufrieron hipotermia por las bajas temperaturas. Se informó luego que ninguno de ellos tenía lesiones.