Jonathan Romo murió en una comisaria. En la misma comisaría de la localidad de La Falda en donde meses antes había denunciado una brutal golpiza, que lo dejó con una perforación de riñon, por parte de la polícia. El caso sacudió a la polícia de la provincia, y terminó con dos jefes apartados, el jefe de la departamental norte, Diego Bracamonte, pasado a retiro y 6 efectivos policiales imputados y detenidos.
En este sentido, en las últimas horas el Fiscal Ramírez, quien lleva adelante la investigación sobre este caso, hasta ahora caratulado como Homicidio Policial, dictó la prisión preventiva para los detenidos.
El fiscal argumentó que existe riesgo procesal, puesto que se trata de un caso teñido de mentiras desde un principio y la libertad de los acusados atentaría contra el resguardo de las pruebas.
¿Por qué el fiscal desconfía de los acusados?
Desde un primer momento, la polícia implicada en la detención y posterior muerte de Jonatan Romo ocultó información e intentó “tapar” lo que había ocurrido.
De hecho, el primer comunicado sobre la muerte del joven afirmaba que había sufrido una descompensación en la comisaría y que finalmente murió. El libro de actas dela fecha simplemente indica que el hombre “se había descompuesto” y nada más.
Con el correr de los días y de la investigación, aparecieron en primera instancia, vídeos sobre el procedimiento de detención. En las imágenes se puede ver claramente como los polícias golpean a la víctima.
Acto seguido, los resultados de la autopsia confirmaron que Romo murió por asfixia mécanica.
Sin embargo, en sus declaraciones los polícias negaron todo e intentaron ir por un coartada cantada: la de que Romo era un adicto y estaba en pleno brote psicótico, por lo que tuvieron usar la fuerza para controlarlo. Lo cierto, es que la policía de Córdoba cuenta con un protocolo específico para tratar a las personas con algún tipo de adicción y dicho protocolo no fue respetado.
Por otro lado, hay una hipótesis que sostienen desde la querella, a cargo del Dr. Luis Galli,que sostiene que hubo más polícias implicados en la denteción. Aunque en los vídeos que se presentaron como pruebas sólo aparece un móvil, los GPS de seguimiento confirmaría que otro móvil se encontraba en el lugar en donde Romo fue detenido.