Enrique Romero Cortéz, tal como aparece su DNI, fue un reconocido poeta de la escena cultural de Villa Carlos Paz. Nacido en Malagueño, paso gran parte de su infancia criando cabras en lo que actualmente es conocido como “La Ochoa”.
Como artista y poeta, Kelito obtuvo numerosos premios nacionales, provinciales y locales y participó en todas las manifestaciones locales que -entre 1950 y 2010 aproximadamente- se realizaron en Carlos Paz.
Ayer falleció quien fuera una figura notable de la cultura carlospacense, pero también un notable vecino de la ciudad y la noticia conmocionó al ambiente cultural que lo despidió con emotivos mensajes.
Nada mejor para homenajear a este gran artista que compartir un poema de su autoría. “Destino Calero” es un poema que “Kelito” Romero Cortéz dedicó a los obreros que dejan su sudor y esfuerzo en las canteras de Malagueño.
“Oscuras fueron las noches/ de tu vida jornalera/ escarbando y escarbando/ de sol a sol en la piedra. Sentiste por dentro frío/ buscaste el calor del vino/ ignorando que tal vez/ ahí estaba tu destino.
Destino triste fue el tuyo/ en tu vida de foguista/ nunca tuviste un querer/ nunca tuviste una dicha. Qué blanca era la cal/ que en negras manos fundiste/ Qué horno te dio calor / que solo frío trajiste.
‘Tantero’ fuiste en Yocsina/ y foguista en Malagueño/ y en La Calera dejaste/ hasta de ser vos tu dueño. Cerros enteros cavaste/ los fundiste a jornal/ y con vinos apagaste/ tu sed de amor mineral.
Escarbaste tus bolsillos/ y fundiste tu jornal/ si oscuro fue tu destino/ qué blanco tu funeral.”