El Concejo Deliberante de 28 de Noviembre decidió el miércoles avanzar en la destitución del intendente Fernando Españón.
Es una situación que no es nueva, sino que es parte de un largo cuestionamiento de los ediles hacia el jefe comunal.
El asunto que se sobrepone es la disputa por los cargos de la Carta Orgánica que los ediles intentaron modificar, pero que Españón vetó, argumentando que no tiene los recursos para hacer frente a más sueldos.
Actualmente, el Concejo Deliberante tiene un secretario y un auxiliar, cuando el pedido es que este equipo se replique para cada uno de los despachos.
Esto fue lo que llevó al Intendente a pedir la intervención del Tribunal Superior de Justicia para que dirima un posible conflicto de poderes. Se supo que la solicitud tiene muy pocas chances de prosperar y que se trataría de un asunto político.
El Intendente logra su cargo en las últimas elecciones a través del partido político SER, encabezado por el gremialista petroleros Claudio Vidal. Se lograron con ello dos bancas en el Concejo Deliberante. Sin embargo, el oficialismo se quebró al poco tiempo.
Por eso es que surge este pedido unánime de los representantes del pueblo, de suspender al jefe comunal.
La moción fue presentada en la sesión por Ariel Santana, fundamentando entre otras cosas que se solicita por falta de rendición de cuentas, denuncias por violencia de género, hasta adulteración de documentos públicos.
“El Intendente hoy ya no puede reflexionar, tiene que irse a su casa”, había dicho Santana. En tanto, Aldo Aravena, dijo que “Españón se tiene que ir porque si no tenemos que irnos nosotros, porque realmente estamos pintados”.
Los concejales indicaron que con la aprobación de algún proyecto, el Intendente Municipal lo veta, anulando la capacidad de trabajo del Honorable Concejo Deliberante, un órgano de control del Ejecutivo.
El concejal Lucas Cerezo compartió la suspensión del jefe comunal argumentando que es “la toma de decisiones que se tenía que dar”, al tiempo que Isabel Gatica, la presidenta del Cuerpo después de la renuncia de Lavié, opinó que “la falta de diálogo” y “las quejas de los vecinos” son suficientes para ponerle un freno al Ejecutivo.