En la Patagonia argentina, estas grandes masas de hielo intentan resistir al cambio climático y a los impactos de la actividad humana.
El Perito Moreno es el glaciar más famoso de Argentina. Tiene una superficie de 250 kilómetros cuadrados, el doble del tamaño de París, la capital francesa.
Y a pesar de que, por el momento, no está retrocediendo debido al cambio climático, muchos turistas de distintos puntos del mundo se acercan para presenciar este espectáculo natural antes de que desaparezca.
Pero no todos los glaciares de la Patagonia Argentina tienen la misma suerte. El Upsala es uno de los glaciares más grandes, con 700 kilómetros cuadrados de superficie, y los científicos calculan que está retrocediendo a un ritmo de 300 metros al año.
Varios investigadores constataron que la pérdida de masa de hielo se aceleró a partir de 2010, una década especialmente seca en la región sudamericana, y advierten que los glaciares no solo son grandes almacenes de agua sino que contribuyen a mantener la temperatura del planeta a niveles moderados.
Pero el cambio climático no es lo único que amenaza a los glaciares patagónicos: dos proyectos de represas en los ríos que surgen del hielo andino podrían desequilibrar el frágil ecosistema de la región.
Fuente france24