Lucas Azcona, condenado a perpetua por el crimen de Nicole Sessarego Bórquez, habría sido testigo de una golpiza que el sindicalista Juan Pablo "Pata" Medina habría recibido por parte de agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF). Según contó su abogado, ante esta situación, el joven de 27 años les advirtió: "Los voy a denunciar a Derechos Humanos" y sufrió una terrible represalia.
El letrado Jorge Borgo contó que, al día siguiente de la golpiza al sindicalista que manejó durante casi dos décadas la Uocra La Plata, se metieron la celda de Ascona, lo encandilaron con una linterna y lo violaron con un palo de escoba.
La denuncia fue radicada en la Justicia Federal de Lomas de Zamora y quedó a cargo del magistrado Federico Villena, quien ordenó allanar el pabellón C del penal de Ezeiza, lo que se concretó la semana pasada, según confirmaron fuentes a Clarín.
Todo habría ocurrido a las 3 de la madrugada del lunes 10 de diciembre en el Módulo 1 de la cárcel, que comparte con otros presos. Durante el procedimiento se hallaron un palo de escoba y un calzoncillo, ambos ensangrentados.
Sin embargo, Azcona se negó a ser revisado por los médicos que puso a disposición la Procuración Penitenciaria de la Nación.
La denuncia que había hecho Medina contra los penitenciarios motivó un contragolpe de los guardias, que lo acusaron de "atentado y resistencia a la autoridad".
"El Pata", que está preso en el penal de Ezeiza desde septiembre de 2017, acusado de "asociación ilícita, extorsión y lavado de activos", había sido trasladado al Módulo 1 después de una escandalosa pelea con los empresarios kirchneristas Fabián De Sousa y José María Núñez Carmona.
La causa de Azcona
En noviembre de 2016, Azcona fue condenado a perpetua por el crimen de Sessarego Bórquez, asesinada a puñaladas el 15 de julio de 2014 en el barrio porteño de Almagro.
Los jueces del Tribunal Oral Criminal N° 15 lo consideraron culpable del delito de "homicidio doblemente agravado con alevosía y femicidio". Él admitió ser culpable del femicidio.
El cuerpo de Nicole fue encontrado a las 7 de la mañana del 15 de julio de 2014 por un chico que salía rumbo a la escuela y vio a la joven tirada con las llaves en la mano, tendida en el hall principal del edificio ubicado en la calle Don Bosco 4109.
Tras varios meses de investigación, se publicaron imágenes de las cámaras de seguridad que mostraban a un joven caminando detrás de la víctima. La hermana de Azcona lo reconoció y se lo contó a su padre. El hombre le preguntó a su hijo si había sido él y éste admitió el crimen. Luego, lo entregó a la Justicia.
Los resultados de la autopsia determinaron que la víctima recibió 11 puñaladas en el rostro y el torso, y que no tuvo tiempo a defenderse. Los análisis de ADN fueron categóricos: mostraron una coincidencia de un "99,99 por ciento entre la sangre encontrada en el lugar del hecho y la de Azcona".
De acuerdo a la evaluación psicológica realizada por los peritos, el joven presenta "una relación conflictiva con la figura femenina" y que ubica a las mujeres en una posición "no válida o minusválida".