"Lo grabo para que la gente me crea", relató angustiado y con la vos temblorosa el vigilador de la cancha de Huracán, en Parque Patricios.
"Son las once de la noche y es la tercera vez que escucho este ruido de mierda, Estoy podrido", cuenta el guardia mientras baja una escalera y recorre diferentes lugares del estadio, donde aparentemente no hay nadie.
Sin embargo, se escuchan unos golpes de fondo y se ve como una puerta se cierra y se abre constantemente. El sujeto toma valor y al ingresar al vestuario del personal se ve que no hay nadie, sin embargo las imágenes muestran una sombra que recorre la habitación.
“¿Cómo mierda puede ser que no haya nada? Ya es la tercera vez que entro y no hay nada. Dios, me quiero ir”, termina diciendo el guardia.