Mariana Alejandra Fuentes, de 23 años y madre de dos hijas, salió el pasado viernes desde Ituzaingó para irse a trabajar al barrio porteño de Flores. Según su familia, había conseguido un nuevo empleo como acompañante terapéutica. Sin embargo, nunca más se supo de ella.
A pesar de que Mariana no fue a buscar a sus hijas ese sábado (estaban en la casa de su tía), los familiares pensaron que tal vez había decidido descansar, después del trabajo. Pero no apareció ni el sábado por la noche ni el domingo.
Entonces, la llamaron y el teléfono estaba apagado. Su última conexión de WhatsApp figura como 4:31 am de ese día.
Mariana iba vestida con un short gris clarito y una remera rosa.