Las milongas de Buenos Aires, las mejores del mundo, recrean en agosto el mito de la torre de Babel, con la típica tonada porteña, dulce y desafiante, en espacio compartido con los diversos idiomas de miles de parejas que llegan atraídos por el Festival y Campeonato Mundial de Tango, el gran encuentro de esta troupe global.
Turco, mandarín, inglés, alemán, ruso, italiano y portugués, entre otros idiomas, se mezclan con las tonadas de porteños y provincianos, junto a las de otros latinoamericanos y el español balbuceado o recién aprendido de extranjeros de lejanas latitudes.
El Ente de Turismo de la Ciudad calcula que del total de visitantes del país, 22 por ciento viene para bailar o realizar actividades relacionadas con la música ciudadana, entre las que se destacan el Festival y el Campeonato Mundial de Tango, en los que participan alrededor de 500 parejas, de las cuales 20 por ciento es extranjero.
Pero es más que eso. La irrupción de los extranjeros y provincianos revitaliza las milongas de la ciudad, le aporta más dinero y atrae a más porteños de lo habitual, explicó a la agencia Télam Julio Bazán, presidente de la Asociación Organizadores de Milongas, quien destacó el incremento de milongueros en las pistas durante agosto respecto a los meses previos de otoño.