Los animales tomando las calles de las ciudades vacías son unas de las imágenes más memorables del aislamiento social impuesto en casi todo el mundo para frenar el avance de la pandemia de coronavirus.
La ausencia de actividad humana, y especialmente de tránsito terrestre y aéreo ha tenido consecuencias muy positivas en el ambiente. Imágenes satelitales de la Agencia Espacial Europea (ESA) muestran cómo disminuyó la contaminación sobre el cielo de Buenos Aires.
Las imágenes fueron obtenidas con el satélite Sentinel-5P de la ESA, y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales nacional elaboró los mapas que muestran, en color marrón, la disminución del dióxido de nitrógeno (NO2) en el área metropolitana desde el comienzo de la cuarentena.
La presencia de NO2 es producto del tránsito vehicular y aéreo. "Este contaminante genera impactos en la salud a nivel del sistema respiratorio y también está relacionado con el calentamiento global", explica María Fernanda García Ferreyra, experta en Calidad de Aire de la Conae.
En los mapas se ve la comparación del entre el 13 y el 16 de marzo (previo a la cuarentena obligatoria) con los días posteriores, ya de confinamiento, del 20 al 23 de marzo.
Son muchas las noticias de los últimos días que dan cuenta de que, a falta de presencia de humanos en las calles, la contaminación baja. En China, las imágenes de ese mismo satélite, mostraron cómo desde el 20 de diciembre al 16 de marzo bajaron 25% las emisiones de dióxido de carbono. En Europa hubo un resultado similar.