“La denuncia del desvío de vacunas pasó a la Justicia Provincial, una pena porque interfiere en la Salud Nacional. Me hubiera gustado que el delito se lo hubiera llevado al fuero Federal pero en Azul no hay justicia. Siguen habiendo acomodados porque si esto lo hubiera hecho un empleado rancio lo hubieran juzgado con otra vara”, afirmó María Soledad Miranda, la enfermera del Hospital Materno Infantil Argentina Diego que denunció que los directivos del centro de salud habrían vacunado a amigos y familiares ocupando turnos de docentes y personal de seguridad ausentes.
Esta semana, la jueza Magdalena Forbes declinó el planteo del fiscal Ignacio Calonje de pasar la causa a la justicia federal. Según la magistrada, la declaración y las pruebas aportadas por Miranda permiten “sostener la existencia de un hecho ilícito en plena investigación. Y además que no es un delito cuya jurisdicción la Nación se ha reservado expresamente”.
“Las otras causas fueron al fuero federal. No entiendo, las pruebas están, los delitos y posibles sobornos están en las grabaciones, pero la ciudadanía y la gente hasta que no vea las filmaciones y grabaciones con sus ojos, como roban, como delinquen y abusan de su poder jamás sabrán lo que yo sentí al ver semejante delito”, afirmó Miranda en diálogo con Vía Azul.
“Duele que los impresentables sigan trabajando mientras se robaron la vacuna de tu padre abuelo o persona de riesgo, de aquel q murió sin recibir su dosis, del que murió por estar trabajando en la Salud. Por eso, el lunes hacemos la marcha con carteles y fotos para q ue los corruptos sean visibilizados”, agregó la enfermera.
Sobre la marcha, que si bien recibió apoyos también fue cuestionada por hacerla en plena pandemia, la trabajadora de la salud pidió que “el que no quiera ir se abstenga” pero que es una lucha para que “toda la comunidad sea beneficiada”.