Ubicado en la calle Belgrano al 400, el chalet de Bulián fue construido por Pascual Guido Bulián, quien llegó a Argentina a los 20 años -en la primera década del siglo veinte- proveniente de la provincia de Údine, en Italia.
En Hinojo, Bulián conoció a quién sería su esposa: Luisa Pellegrinelli. La pareja se casó y se instalaron en Chillar. En 1931 comenzó la construcción de la casa, en la que se instalaron con su mujer y sus dos hijas Ethel y Norma.
El chalet tiene una arquitectura de alto impacto, única en la localidad azuleña, a pesar de no tener un estilo determinado. Es la suma de corrientes estilísticas de la inmigración en Argentina, que se suman y entremezclan y que producen un estilo ecléctico.
Los volúmenes salientes de ventanas, tipo inglés, las balaustradas del renacimiento italiano, el techo en pendiente de la campiña europea, en este caso serían italiana y el tratamiento de fachada imitando sostén de madera al mejor estilo de la campiña montañesa europea, las tejas francesas.
Se trata de un edificio arquitectónico típico de la época donde estilos y componentes estructurales se entremezclan tanto carácter a un producto propio y valioso del paisaje urbano de Chillar.
Actualmente, la propiedad está abandonada. Después del año 2000 fue adquirido por el municipio de Azul y se empezó a restaurar aunque después de 2011 esos planes quedaron truncos.