Un trabajador de un hospital de Wisconsin (los Estados Unidos) fue detenido por destruir más de 500 dosis de la vacuna de Moderna contra el coronavirus luego de sacarlas de su refrigeración y provocar que se echaran a perder.
El instituto médico admitió que al menos 57 personas fueron inoculadas con algunas de las dosis que habían sido extraídas de los refrigeradores, antes de que el resto de las vacunas fueran desechadas. Aquellos que recibieron tales dosis ya fueron informados de que la vacuna recibida será menos efectiva.
A través de un comunicado, la Policía de Grafton, cerca de Milwaukee, en el estado de Wisconsin, aseguró que el sospechoso fue detenido por destruir 57 viales que contenían aproximadamente 570 dosis de la nueva vacuna contra la pandemia.
El centro hospitalario inicialmente informó que 57 viales del ensayo de Moderna habían sido desechadas luego de que un trabajador de manera “inadvertida” extrajera las dosis del refrigerador en el centro de Grafton y las dejara fuera durante toda la noche. El empleado, sin embargo, admitió posteriormente haberlo hecho de manera premeditada.
El presidente del Aurora Health Care Medical Group, el doctor Jeff Bahr, afirmó que el FBI y la policía del Estado de Wisconsin se unieron en la investigación, aunque aseguró que la motivación individual aún no está clara. No obstante, el trabajador de la salud ya fue detenido.
“Seguimos creyendo que la vacunación es la forma de salir de la pandemia”, señaló el centro hospitalario en un comunicado en el que manifestó su disgusto por estas acciones individuales que resultan en un retraso en la recepción de la vacuna para más de 500 personas.
“Esto supone una violación de nuestros valores esenciales, por lo que este individuo ya no es empleado nuestro”, precisó el texto.