El Senado sancionó este jueves por la noche las modificaciones impulsadas por el oficialismo a la ley del Impuesto a las Ganancias para las personas humanas, que permitirá que 1.267.000 trabajadores y jubilados dejen de pagar el tributo, con retroactividad a enero y por lo cual el Estado devolverá 11.000 millones de pesos a los contribuyentes en las próximas semanas.
Juntos por el Cambio votó a favor del proyecto elaborado por el diputado Sergio Massa, pero también advirtió que el Frente de Todos es “contradictorio” porque mientras le baja la presión fiscal a los que tienen ingresos más altos, impulsa la suba de Ingresos Brutos en las provincias, lo que castiga con mayor dureza a los pobres frente a las góndolas y a las pymes que generan empleos.
Según comunicó el Gobierno nacional, la decisión supone un esfuerzo fiscal de más de 40 mil millones de pesos. Para Juntos por el Cambio, el costo será mayor, de unos 53.000 millones de pesos. En Casa Rosada defienden su proyección e indican que ese dinero irá directo al bolsillo de los trabajadores y jubilados, potenciando el consumo y el mercado interno.
Ahora, el impuesto se pagará a partir de los 150.000 pesos en bruto. Actualmente pagan a partir de 74.810 pesos para solteros y 98.963 pesos para casados con dos hijos. Para los jubilados, el proyecto eleva la deducción actual de seis a ocho haberes mínimos y elimina el requisito de no tener otros ingresos.
El senador cordobés del Frente de Todos Carlos Caserio señaló que el en diciembre de 2015, el 12% de trabajadores registrados tributaba Ganancias y cuando terminó el gobierno de Mauricio Macri, en 2019, el universo afectado había ascendido al 23,3%. De los 2,1 millones de afectados, ahora dejarán de abonar 1.267.000 trabajadores y jubilados.
“Casi duplican en cuatro años la cantidad de trabajadores afectados cuando su promesa de campaña había sido que ningún trabajador iba a pagar el impuesto. Esto es justo denunciarlo porque también demuestra el esfuerzo de nuestro Gobierno en medio de una crisis económica y sanitaria mundial para dar solución y cumplir con los compromisos ante los argentinos”, dijo.
El cordobés destacó una de las excepciones que plantea la ley, dado que el Sueldo Anual Complementario (SAC) de los trabajadores ya no estará afectado por el tributo. Además, hay una “ampliación de derechos”, porque actualmente la deducción es para el “cónyuge” y ahora se extienden a cualquier persona “conviviente”, sin importar el género.
Daniel Lovera, también oficialista, dijo que sólo pasarán a pagar ganancias el 7% de los trabajadores (700.000 personas) y el 2,4% de los jubilados. “Esto es más dinero que se vuelva a la economía real, que se vuelca a los comercios de los barrios”, dijo sobre la ley, que es retroactiva al 1 de enero, por lo que el Gobierno nacional devolverá entre 10.000 y 11.000 millones de pesos.
Lovera dijo que además de que el impuesto había pasado a afectar a casi 2,3 millones de personas, esto sucedió en un contexto en el que se perdieron más de 240.000 empleos registrados y en paralelo a la inflación más alta de las últimas tres décadas, por lo que había una afectación directa en el poder adquisitivo y la calidad de vida de esas personas.
Oscar Castillo, del Frente Cívico y Social de Catamarca, lamentó que este proyecto no tenga en cuenta a los autónomos. “En Comisión, se le preguntó al ministro de Trabajo, Claudio Moroni, por qué no estaba incluidos los autónomos y la respuesta fue categórica: ‘Porque no’. Tal vez si los autónomos estuvieran sindicalizados, el ministro hubiera tenido otra respuesta”.
Julio Martínez, senador riojano por la UCR, pidió tener “memoria” porque el kirchnerismo tiene el “récord” de haber mantenido congelado el mínimo no imponible, lo que generó que cuando en 2007 pagaban el impuesto 650.000 personas, en 2013 lo hicieron 2,3 millones de personas.
Laura Rodríguez Machado, del PRO cordobés, parafraseó a Mauricio Macri, quien había dicho que “el gobierno de lo Kirchner fue el que más impuestos cobró en la historia. El medio Chequeado dijo que efectivamente esto es así. En 2003 la carga tributaria era del 23% del PBI y Cristina se fue en 2015 con un 37%”, dijo.
El radical aclaró que Juntos por el Cambio acompañó el proyecto porque apoyará todo lo que signifique reducción de la presión tributaria. “También tengo que decir que esto que votamos es un engendro desde el punto de vista de la técnica tributaria, porque en lugar de subir el mínimo no imponible y las escalas, se hace por un excepción y delegación de facultades al Ejecutivo”, se quejó.
Y agregó: “Bajan Ganancias pero han liberado la suba de Ingresos Brutos, que le pega de lleno al bolsillo de los pobres, de los trabajadores y de las pymes. En el supermercado está ese impuesto y hoy está subiendo en muchas provincias luego de dejar sin efecto el Consenso Fiscal. ¡Y han dejado sin efecto la eliminación del IVA para los alimentos!”.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.