El Indec dio a conocer los resultados en relación a la pobreza, correspondientes al segundo semestre de 2020. Del total de 31 aglomerados urbanos, el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 31,6%; en estos residen el 42% de las personas. De esta manera, son 6,5 los puntos porcentuales por encima del 35,5% que se habían registrado en igual período de 2019.
Dentro de este conjunto se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 10,5% de las personas. Este grupo abarca a quienes no pueden comprar ni el mínimo de comida para la subsistencia. Este apartado había tenido en 2019 un 8%.
Así, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la Encuesta Permanente de Hogares, por debajo de la LP se encuentran 2.926.890 hogares, que incluyen a 12.000.998 personas y, dentro de ese conjunto, 720.678 hogares se encuentran por debajo de la LI, e incluyen a 3.007.177 personas indigentes.
Brecha con las canastas
El ingreso total familiar promedio de los hogares pobres fue de 29.567 pesos, mientras la canasta básica total (CBT) promedio del mismo grupo de hogares alcanzó los 50.854 pesos, por lo que la brecha se ubicó en UN 41,9%, el valor más alto de la serie por quinto semestre consecutivo. Es decir, no solo hubo un aumento en la incidencia de pobreza respecto del primer semestre de 2020, sino que la situación de las personas bajo la LP empeoró por la mayor distancia entre sus ingresos y la CBT.
La incidencia de la pobreza y la indigencia resulta de la capacidad de los hogares de acceder a la canasta básica alimentaria (CBA) y CBT mediante sus ingresos monetarios. La brecha, por su parte, es la distancia entre los ingresos y las canastas. Al respecto se observó que en el período analizado crecieron ambos indicadores: los hogares pobres lo hicieron en 5,7% y las personas bajo la línea de pobreza, en 6,5%. Mientra que los hogares indigentes aumentaron un 2,1% y las personas bajo la línea de indigencia, 2,5%.
Con respecto al primer semestre de 2020, se registró un aumento de la pobreza en un 1,1%; y la indigencia se mantuvo en el mismo valor para el conjunto de la población cubierta por la encuesta. Este resultado se produjo en un contexto en el que el Producto Bruto Interno (PBI) cayó un 9,9% en 2020, a causa de las restricciones que se aplicaron para evitar la propagación del Covid 19, al tiempo que la inflación fue de 36,1%.
Las canastas regionales promedio aumentaron un 16,5% (CBA) y un 16,2% (CBT). Este incremento muestra una desaceleración con respecto al semestre anterior. La suma de ingreso total familiar aumentó un 8,5%, por debajo de la suba de las canastas en el período en cuestión, “lo que explica el aumento de la tasa de pobreza del conjunto de la población en el promedio del semestre”, señalan desde el Indec.
Edades y lugares
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El mayor crecimiento con relación al semestre anterior se observó en este grupo con un aumento de 1,4%; y en el grupo de 30 a 64, con una suba de 1%. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 49,2% y 37,2%, respectivamente. En la población de 65 años y más hubo un leve aumento ubicándose en 11,9% bajo la LP.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Gran Buenos Aires (GBA) y Noreste (NEA); y las menores, en las regiones Pampeana y Patagonia. En el GBA –región con mayor cantidad de población– se verificó el valor más alto en la serie por quinto semestre consecutivo.
Con información de Indec y Télam