El Senado dará este jueves el penúltimo paso antes del debate en la sesión, en que la interrupción voluntaria del embarazo podría ser sancionada como ley o, como en 2018, ser rechazada y seguir penalizada e ilegal.
Este penúltimo trámite legislativo en cuestión es la realización de la última de las cuatro reuniones diarias consecutivas del plenario de las comisiones Banca de la Mujer, Justicia y Salud del Senado, ya para firmar los dictámenes del proyecto de legalización del aborto.
De esta manera, la iniciativa quedará formalmente lista para ser discutida en sesión que, a diferencia de la Cámara de Diputados, en el Senado será completamente virtual, con pocos legisladores en el recinto del Congreso.
También a diferencia de los diputados, que sí realizó modificaciones a la redacción que envió el Poder Ejecutivo, ahora no está previsto que los senadores le realicen cambios al texto de la media sanción.
Por eso, el martes 29, cuando está prevista la sesión, será ley o no será. Pero el proyecto ya no volvería a ser discutido en la Cámara de Diputados. El 29 es el Día D.
Más invitados
La jornada final del plenario de comisiones del Senado arrancará a las 9.30 de este jueves, con la última tanda de expositores, divididos equitativamente a favor y en contra de la propuesta, como en las jornadas previas.
A las 13 se producirá un cuarto intermedio para almorzar, tras lo cual se reanudará el plenario pero ya sin invitados y con el único fin de que los senadores expongan sus consideraciones y luego firmen los dictámenes.
Al igual que en Diputados, se espera que haya solo dos: un dictamen a favor y un dictamen de rechazo. El que obtenga más firmas será el primero que se vote el martes 29.
En diferencia de 2018, cuando el debate en el Senado duró dos meses, ahora fue solamente de tres semanas, sin perjuicio de lo cual por el plenario de comisiones habrán disertado en total 54 invitados, 27 a favor y 27 en contra.
Todos ellos no solamente expusieron sus opiniones y argumentos a favor y en contra del aborto legal sino también respondieron preguntas de los senadores.
Esa cantidad, medio centenar de expositores invitados, es el principal argumento de los verdes para negar ante los celestes que el tratamiento haya sido exprés.
¿Y los números?
Mientras tanto, el poroteo permaneció inmóvil y sin novedades de los cuatro senadores que está indefinidos, ya sea porque han tomado posición y aún no la han hecho pública o bien porque aún están decidiendo cómo votar.
Los cuatro indefinidos son la entrerriana Stella Maris Olalla y el pampeano Juan Carlos Marino, ambos del bloque UCR; el entrerriano Edgardo Kueider, del Frente de Todos, y la neuquina Lucila Crexell, del Movimiento Neuquino.
Pero la posición de tres de los cuatro indefinidos podría conocerse este mismo jueves: Kueider, porque integra la comisión de Justicia, y Crexell y Olalla, porque integran la Banca de la Mujer, y por lo tanto deberían estampar su firma en alguno de los dictámenes.
Marino, en cambio, no integra ninguna de las tres comisiones del plenario.
El resto de los senadores no indefinidos se cuentan directamente como potenciales votos positivos y negativos por cómo votaron en 2018, quienes entonces ocupaban una banca, y por lo que dijeron públicamente quienes entonces no eran senadores y ahora sí lo son.
De cualquier manera, como explicó este medio en su última edición, podría (y debería) haber sorpresas en cualquier momento. No solamente del lado de los indefinidos sino de los definidos.
Por caso, en la Cámara Baja son seis los diputados que cambiaron su voto de 2018, de verde a celeste o de celeste a verde o de abstención a celeste, como en el caso de la peronista cordobesa Alejandra Vigo.
En este año, a diferencia de 2018, un factor de peso es que el proyecto es del presidente de la Nación, Alberto Fernández. ¿Todos los celestes del bloque Frente de Todos se animarán a votar en contra de un proyecto de su propio gobierno, que además fue con sus funcionarios a defender ante el Congreso? Suena raro.
Por la Corresponsalía de Buenos Aires