La mayoría de las personas que viajan a Roma no dejan de visitar la Fontana di Trevi, la mayor, más ambiciosa y más famosa de las fuentes monumentales del Barroco. Allí cierran los ojos, piden un deseo y arrojan una moneda.
La suma de todos esos deseos hizo que en 2016 se recauden 1,5 millones de euros. Lo que se traduce en 4.000 euros por día, casi el doble del salario medio mensual de un italiano (que es de 2.554 euros).
Según lo informado por Cáritas, habitualmente en la fuente se encuentran euros, dólares, yenes y hasta medallas con imágenes de santos, sobre todo del Padre Pío, el Papa Francisco y de la Virgen María.
Leé la nota completa en Rumbos Digital.