El territorio del "califato" proclamado por el grupo integrista Estado Islámico (EI) en 2014 en Siria e Irak fue borrado durante la jornada del sábado del mapa, tras los combates en los que cayeron los últimos yihadistas que resistían en la población siria de Al Baguz, afirmaron portavoces de las milicias kurdas que los enfrentaron.
El final de la ocupación territorial no significa que el grupo radical no vaya a seguir actuando en la clandestinidad, aclararon fuentes del bando ganador, las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que a lo largo del conflicto perdió a al menos 11.000 combatientes.
El anuncio del final del EI no era ningún secreto, puesto que el gobierno de Estados Unidos, que apoya a las milicias kurdas con tropas, se adelantó a los hechos y proclamó la victoria ayer, mientras sus cazas seguían bombardeando las cuevas en las que se refugiaban los últimos combatientes del "califato".
Los milicianos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada que aglutina a kurdos y árabes, se apresuraron a celebrar la conquista de Al Baguz izando su bandera amarilla, en la que sobresale un mapa de Siria, en las azoteas de los edificios carcomidos por la metralla y los obuses.
Para oficializar la victoria, las FSD celebraron un desfile militar y una ceremonia en una base situada en el campo petrolero de Al Omar, desde donde se ha dirigido la campaña de Al Baguz en los últimos meses, refirió la agencia EFE.
Las milicias kurdo-árabes contaron con el apoyo de la coalición internacional, una alianza capitaneada por Estados Unidos de 74 países y cinco organizaciones internacionales que se fundó a fines de 2014.
La base, ubicada en una zona desértica de Deir al Zur, a unos 90 kilómetros al noroeste de Al Baguz, estuvo durante el sábado rodeada por un fuerte cordón de seguridad montado por vehículos blindados de la coalición internacional.
Rodeado de su cúpula militar y de dirigentes de la coalición internacional, el comandante en jefe de las FSD, Mazloum Kobani, proclamó la victoria contra los yihadistas en un discurso ante centenares de soldados, con las combatientes de las YPJ, la brigada femenina kurda, en primera fila.
"Ahora, tras cinco años de combates, declaramos la derrota física del Estado Islámico y el fin de su desafío público contra todos los seres humanos", dijo Kobani en un estrado decorado con banderas de las FSD y de Estados Unidos.
Pero la derrota militar del EI, advirtió, no supone el final de la banda integrista, que volverá a operar en la clandestinidad, tal como hace en Irak, y continuará siendo un "peligro para la región y para el mundo".
Allí, el enviado especial adjunto de Estados Unidos para la coalición internacional, William Roebuck, prometió que Washington "hara lo necesario para asegurar la derrota" del EI, grupo que aún considera que "sigue siendo una amenaza significativa".
La Casa Blanca anunció en febrero que ha decidido dejar enSiriaa entre 200 y 400 militares, después de que el presidente Donald Trump proclamara su intención de retirar el contingente de 2.000 soldados que mantiene en el país.
En la ceremonia, las FSD revelaron que en cinco años de batalla murieron 11 mil combatientes y otros 21.000 resultaron heridos.
El grupo fue derrotado en Irak en diciembre de 2017 pero mantiene células activas en el país que cometen frecuentes atentados contra civiles y militares, del mismo modo que mantiene presencia en zonas desérticas deSiria.