El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Rosenkrantz, realizó este martes una dura autocrítica al asegurar que el Poder Judicial padece de una "crisis de legitimidad" que ha hecho que los argentinos estén "perdiendo la confianza" en esta pata fundamental del Estado.
"La Justicia argentina está frente a un desafío institucional que consiste en superar la crisis de legitimidad que nos afecta. Afortunadamente no es una crisis de legitimidad insuperable, estamos a tiempo de revertirla", dijo Rosenkrantz.
El juez se expresó así al hablar en el acto de apertura del año judicial con la participación de la vicepresidenta del máximo tribunal, Elena Highton de Nolasco, y los ministros Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti.
En acto desarrollado en la sede de la Corte participaron jueces de toda la Argentina y fiscales.
Rosenkrantz sostuvo que toda crisis de legitimidad es en parte una crisis de confianza. "Los argentinos están perdiendo la confianza en el poder judicial. Hay dudas de que nos comportemos como verdades jueces de una democracia republicana", enfatizó.
Y expresó que la solución requiere que el Poder Judicial revierta esta percepción, por lo que para ello los jueces deben demostrar “todos y todos los días que sí son jueces de una democracia republicana”.
Según el magistrado, recuperar la confianza demandará tiempo. Y se inclinó por incursionar en un proceso de mejoras incrementales, porque eso pondrá al Poder Judicial al margen de la necesidad de grandes líderes a los que en la Argentina es tan adepta.
"Para recuperar la legitimidad y la confianza perdidas debemos esforzarnos en mostrar que somos puntillosamente respetuosos de las reglas que el pueblo de la Nación fijó para resolver los conflictos que nos toca adjudicar y que respetamos únicamente esas reglas", dijo.
Insistió con que la crisis de legitimidad es en parte una crisis de confianza. Y señaló que "la desconfianza de los ciudadanos en el Poder Judicial ha nacido en parte porque existe la sospecha de que servimos a intereses diferentes al derecho".
“Debemos mostrar que no es el caso. Que no nos servimos del derecho sino que servimos al derecho. Que somos meros instrumentos de la Constitución y la ley. En eso consiste ser un juez de una República democrática y constitucional”, enfatizó Rosenkrantz.
El presidente de la Corte le pidió a los jueces de toda la Argentina que demuestren que son “refractarios a todo interés personal, ideológico, político y de cualquier naturaleza que no sea el interés de realizar el imperio del derecho”.
"Para mostrarlo nos hace falta mucha constancia. Esto lleva tiempo. Es imposible recuperar la confianza ciudadana con logros aislados y la constancia es algo que nos cuesta a los argentinos. Suena crudo pero es así. No podemos mostrarlo con una sola decisión, ni siquiera en uno o dos años. Los ejércitos, decía Napoleón, marchan al paso de los más lentos", expresó.
Esta misión, evaluó Rosenkrantz, exige a todos una “línea de continuidad”. “Más aún, cualquier claudicación será vista como una confirmación de que en los jueces no se puede confiar. Mostrar que solo decidimos en base a la Constitución y las leyes requiere que todos los jueces seamos coherentes todo el tiempo en todas nuestras decisiones y para ello debemos pagar un precio alto: pues debemos dispuestos a vivir con la falta de popularidad que alguna de nuestras decisiones pueden engendrar”.