Por orden del fiscal Álvaro Garganta, y de la jueza María Garmendia, se allanó la casa que Alberto Pérez logró construir en el country Abril tras años en la función pública; dos departamentos que estarían vinculados a él; y dos galerías de arte.
Lo que descubrieron las autoridades judiciales fue una especie de "museo" privado, sobre todo en un inmueble de la calle Agrelo, en la Capital Federal. Cuadros de pintores relevantes, esculturas, muebles de colección, platería, y hasta una estufa de mármol de carrara.
La Justicia sostiene la hipótesis de que Pérez, ya procesado en el caso y con una prohibición para salir del país, invirtió dinero de origen ilegal en esos objetos preciosos y preciados por coleccionistas.