El director general de la Guardia Civil española, Félix Azón, afirmó que la muerte de Julen, el niño de dos años que cayó en un pozo en la localidad malagueña de Totalán, esta siendo investigada como "homicidio imprudente".
"Todos estamos pensando que no puede ser otra cosa, presuntamente", dijo Azón en conferencia de prensa al ser consultado sobre si la investigación apunta concretamente a un homicidio imprudente.
No obstante, el responsable de la Guardia Civil remarcó que "corresponde a la autoridad judicial", en este caso el juzgado número 9 de Málaga, "tomar las decisiones" pertinentes en cuanto a la calificación de los hechos una vez que finalice la investigación.
Según explicó Azón, la investigación policial está "casi terminada" y faltan sólo "algunos flecos" antes de trasladarla a la autoridad judicial.
La investigación:
Las pesquisas de la Guardia Civil se centran en el dueño de la finca en la que se halla el pozo en el que cayó el niño el 13 de enero último, mientras jugaba en cercanías de su padre.
El propietario del terreno es el novio de la prima del padre del pequeño, cuyo complejo rescate mantuvo en vilo a España durante trece días.
Según un informe policial, el pocero responsable de la perforación efectuada para buscar agua declaró que él dejó el pozo bien sellado con piedras.
Por lo tanto, la Guardia Civil sospecha que el dueño de la finca podría haber destapado el pozo con una excavadora que trabajaba en la realización de obras en el terreno, que se estaban haciendo sin permiso.