La causa que tiene como protagonista a Daniel Muñoz, exsecretario del matrimonio Kirchner, involucra quince empresas, veinte personas, diecisiete inmuebles y unos 70 millones de dólares. Carolina Pochetti, viuda de Muñoz, está a la espera de la respuesta del juez Claudio Bonadio sobre si la deja, o no, colaborar como "arrepentida". El dinero habría salido de las recorridas de recaudación de coimas relatadas en los cuadernos del chofer arrepentido Oscar Centeno.
"La Justicia sostiene que parte del dinero proveniente de los ilícitos perpetrados por la asociación ilícita y que según la causa de los cuadernos de las coimas fueron recibidos por Muñoz, se puso en circulación en el mercado, con el fin de aparentar un origen lícito", explica Lucía Salinas en una nota de Clarín.
Otros investigados del blanqueo son los empresarios Sergio Todisco, Elizabeth Municoy, el intermediario de operaciones Carlos Cortez; el matrimonio Peral Puente Resendez y Carlos Gellert (primo de Pochetti), el ex contador de CFK Víctor Manzanares, otros empresarios que intervinieron en la adquisición de propiedades como Sergio Dorf, Marcelo Danza, Osvaldo Parolari, Marcelo Danza. También Juan Manuel Campillo (ex secretario de Hacienda de Santa Cruz) y su sobrino Gastón Campillo. Igual se investiga a Antonio Gugino, Rubén y Leonardo Llaneza (dueños de una cadena farmacéutica en Santa Cruz), Elba Municoy y Mauro Profético.
La Justicia determinó que ellos, a través de 15 firmas en el exterior, buscaron "ocultar el origen ilícito del dinero" y que lo hicieron comprando 16 inmuebles a nombre de esas empresas por un valor de 70 millones de dólares. Catorce están en Miami y dos en Nueva York.
Doce de estas firmas estaban dirigidas por Sergio Todisco y Sandra Municoy, que entonces estaban casados. Pero en 2015 se separaron y nueve sociedadas pararon a manos de Perla Puente Resendez, cónyuge de Carlos Gellert, imputado colaborador en la causa que además es primo de Pochetti.
Parte del dinero se movió a través de la firma Golden Black Limited y Old Wolf, ambas radicadas en Islas Vírgenes Británicas. Según determinó la Justicia, los titulares de las dos eran Pochetti y Muñoz. Y la acusación relata que Parolari y Todisco “concurrían juntos al domicilio de Muñoz en Capital Federal, a fin de retirar el dinero ilícito con el objeto de concretar las operaciones inmobiliarias y remitirlo al exterior a través de diferentes agencias de modo ilegal”.