El 23 de diciembre, la localidad de Huesca, España, amanecía con la feliz noticia de que José Luis Rodrígo López, un comerciante local de 84 años había ganado el tradicional sorteo navideño, conocido como "El Gordo de Navidad".
López, que era el dueño de una empresa textil, acertó a los números de la lotería de España y obtuvo un pozo acumulado de 455.000 dólares en la víspera de Nochebuena.
José se enteró el 22 de diciembre que era uno de los ganadores del sorteo y fue a su casa a buscar el boleto. Ese mismo día, horas después de haber retirado el premio, debió ser trasladado a un hospital de urgencia porque no se sentía bien. Si bien por el momento no trascendieron los detalles de su afección, el comerciante murió a la mañana siguiente.