Consumada la goleada de River sobre Kashima Antlers por 4 a 0, que significó que el conjunto de Núñez se suba al podio del Mundial de Clubes, el entrenador Marcelo Gallardo dejó algunas apreciaciones tras lo que fue el último partido del año.
"Nos envuelve en felicidad porque más allá de este traspié final, no podemos pedir más. Y seríamos injustos si pedimos más porque lo que se consiguió fue fuerte y emotivo. La victoria nos deja un sabor dulce porque era como merecía el equipo terminar el año. No nos alcanzó el primer partido y jugamos más sueltos, ya esperando volver a casa, las vacaciones y reencontrarse con nuestra gente", señaló.
Enfocándose en el duelo ante el elenco japonés, expresó: "Fuimos de menor a mayor, nos costó un poco entrar en dinámica de juego. Nos soltamos con más tenencia de pelota, más profundos. Merecimos terminar así. Es una alegría para volver a casa con esa alegria y felicidad".
El técnico también se refirió a la despedida del Pity Martínez. "Es la manera más linda de despedirse, con goles a lo Pity. Queda desearle lo mejor. Esperemos, de todo corazón, que le vaya muy bien. Hoy está en un gran nivel. Es un jugador para otra liga, sin desmerecer", comentó.
Por último, Gallardo hizo referencia a los desafíos que tienen por delante en el 2019. "Si no nos proponemos seguir intentándolo, sería hablar muy mal de nosotros. La exigencia es constante. Hay que disfrutar de las vacaciones y sacarse de encima el año pasado. A partir del 6 de enero, hay que pensar en la preparación corta. La vara siempre está alta. Desde que estoy hemos sido exigentes para no quedarnos con lo logrado. Después veremos si nos da o no nos da. No siempre se gana. Voy a exigir que nos preparemos para competir y ganar", cerró en conferencia de prensa, reflejada por Olé.