Es la condena al mayor alto cargo de la Iglesia por un delito de pederastia y los medios los medios australianos hablan de un veredicto unánime del tribunal de Melbourne. El cardenal George Pell fue encontrado culpable del abuso sexual de dos monaguillos, ocurrido en la década del 90.
Pell, de 77 años, sigue oficialmente a la cabeza deSecretaría de Economía del Vaticano creado por el papa Francisco para poner orden en las finanzas de la Santa Sede, si bien en la práctica no ejercía el cargo. El mandato de cinco años terminaba en principio a finales de febrero.
Para respetar la presunción de inocencia, el papa no quiso hasta ahora, como le pedían algunos consejeros, nombrar a un nuevo responsable de finanzas, aunque según dijo esta semana un alto miembro de la Curia (el gobierno del Vaticano) los gastos de la Santa Sede están aumentado de manera "inaceptable".
Este miércoles, el cardenal alemán Reinhard Marx, coordinador de un Consejo para la economía, precisó que la Santa Sede se viene abajo financieramente, sobre todo por los costos del personal, sugiriendo echar mano al recurso a la jubilación anticipada.
El segundo apartado, el cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz también perdió su lugar en el seno del consejo de cardenales (C9). En Chile está acusado por víctimas de abusos sexuales de haber encubierto los actos de un cura pederasta, un caso que escandaliza al país.
Algunos observadores apuntan que Errázuriz aconsejó mal a Francisco, incitándole a defender a un cardenal chileno, implicado en el escándalo de los abusos sexuales de la Iglesia en Chile, una defensa que complicó mucho el viaje del papa a Chile en enero de 2018. Tras una reunión con el Vaticano con el Francisco, el cardenal Errázuriz anunció él mismo en noviembre que se retiraba del C9.
"No es un renuncia. Me despedí al término del periodo para el cual fui nombrado", dijo el prelado en una entrevista a un periódico chileno. El arzobispo emérito de Santiago tiene 85 años.
Además, otro cardenal, el congoleño Laurent Monsengwo, tampoco participará más de las reuniones del C9. Se trata de una eminente figura de la Iglesia Católica africana, que tuvo un papel político importante en la República Democrática del Congo (RDC), donde acaba de ceder su puesto de arzobispo de Kinshasa a los 79 años.